La ex ministra de Igualdad, Irene Montero, ha publicado su primer libro, 'Algo habremos hecho', en el que desvela su trayectoria política y su enemistad con la líder de Sumar, Yolanda Díaz, que terminó con su salida del Ejecutivo.
Dicha enemistad alcanzó su momento más crítico en 2023, cuando la ley del solo sí es sí provocaba la rebaja de penas a condenados por agresiones y abusos sexuales. Una crisis que afectó al Ejecutivo y abrió una grieta con el PSOE que impuso una reforma de la norma en contra de Unidas Podemos.
Irene Montero critica en su libro al PSOE y a la parte de Unidas Podemos que se integró en Sumar, que incluye principalmente a Yolanda Díaz e Izquierda Unida, con quienes mantuvo mayor relación en el Ejecutivo.
"Angustiante y despreciable"
Irene Montero ha calificado de "muy angustiante y despreciable" la manera en al que actuaron "quienes todavía eran nuestros compañeros y compañeras" y alude a Yolanda Díaz, que por entonces ya era vicepresidenta del Gobierno en sustitución de Pablo Iglesias, de quien dice que llegó a reclamar su dimisión a gritos.
"Yolanda Díaz pidió mi dimisión en varias reuniones que convocó específicamente para ello, porque el espacio ya no se reunía desde hacía muchos meses. A Isa Serra, en una de esas reuniones, le preguntó gritando en varias ocasiones que cuándo iba a dimitir Irene Montero", afirma en su nuevo libro.
"Pocos días después me hicieron llegar que Yolanda podría ver bien que yo cesase a alguna compañera, y aparecieron varias noticias en prensa insinuando que yo podría cesar a Pam o a Vicky como responsables de la crisis. Ambas vinieron a mi despacho a poner sus responsabilidades a disposición. Aún lloro de rabia cuando lo recuerdo. Yolanda estaba actuando para forzar mi dimisión o la de alguna persona relevante de mi equipo, en lugar de hacer frente juntas a la ofensiva judicial reaccionaria", continúa la ex ministra de Igualdad.
Montero, que actualmente es eurodiputada por Unidas Podemos, no duda en señalar en sus críticas: "La decisión de impulsar la reforma propuesta por Justicia y dejar caer a Igualdad fue de Sánchez, pero quien multiplicó la agresividad de los golpes hacia nosotras fue Yolanda y quien junto con ella decidió que había que ponerse del lado del PSOE y aprovechar para intentar herir de muerte a Podemos".
Irene Montero también apunta a secretario general del PCE, Enrique Santiago, del que señala además que rompió su relación de amistad con Pablo Iglesias. A él le atribuye el momento "más doloroso" respecto a sus entonces compañeros: "Tanto él como Jaume Asens me habían dicho en varias ocasiones las semanas anteriores que ellos, como juristas, veían bien la propuesta del PSOE de volver al esquema penal anterior", ha expresado, sobre la ley del solo sí es sí.
Además, describe una conversación telefónica con Enrique Santiago el 1 de febrero de 2023: "Enrique me da en esa conversación una serie de argumentos por los cuales yo detecto que él está negociando en su nombre o en el de Yolanda con el PSOE, al margen de Igualdad".
A su juicio, Santiago se entregó a una estrategia del PSOE para "quebrar" a Podemos: "Terminamos esa conversación de una forma muy tensa, y mientras estaba tomando un poco de aire en la puerta de mi casa recibí unos mensajes de WhatsApp del propio Enrique Santiago, que había enviado por error a la Montero equivocada, dando cuenta de la conversación conmigo. En efecto, Enrique estaba hablando con el PSOE, concretamente con María Jesús Montero, tal y como yo le había dicho en la conversación. Es la última vez que hablé con Enrique", recuerda.
Montero acusa a sus entonces compañeros "a excepción de Podemos", de haberla dejado sola en aquella crisis: "Me quisieron dejar sola, el PSOE y también Yolanda Díaz y otros compañeros del que todavía era mi espacio político, que entendieron que esta ofensiva judicial reaccionaria era una oportunidad de oro para ellos".
Además, señala que la decisión de excluirla de las listas se adoptó en una reunión en la que estaban presentes "Yolanda Díaz, Mónica García, Íñigo Errejón, Alberto Garzón y Ada Colau", y que tan solo la ex alcaldesa de Barcelona "se opuso". "Yolanda nos comunicó, a través de su equipo, que me vetaba para ir en las listas a esas elecciones generales".
A su juicio, todo respondía a una operación para lograr "un Gobierno del PSOE de facto en solitario, en el que solo manda el PSOE, y hacer desaparecer la capacidad de transformación que teníamos desde el Gobierno, entregando el poder conseguido en las urnas a quienes no están dispuestos a cambiar nada".