El régimen iraní ha ejecutado a dos presos condenados a muerte por el supuesto asesinato de un agente de seguridad durante las protestas que sacuden al país persa desde mediados de septiembre, por lo que el número de víctimas se eleva hasta cuatro.
Fueron Mohammad Mehdi Karami y Mohammad Hosseini a quienes el régimen ejecutó a primera hora de la mañana, según informó la agencia Mizan, del Poder Judicial. Ambos fueron condenados por el asesinato de un basiji (miliciano islámico) en noviembre, durante las manifestaciones desatadas por la muerte de Mahsa Amini, detenida por la Policía de la Moral por no llevar puesto el velo correctamente.
Los dos jóvenes, de 22 y 20 años respectivamente, participaron junto con otros "alborotadores" en los disturbios de Karaj, ciudad situada en las inmediaciones de Teherán, a principios de noviembre, e intentaron cortar la autopista Karaj-Qazvin, así como atacar a agentes de seguridad, según las autoridades iraníes.
Durante los altercados, mataron a cuchilladas al basiji Ruhollah Ajamian, delito por el que fueron acusadas 16 personas, de las que cuatro han sido condenadas a muerte. Otros dos presos, Hamid Ghare-Hasalou y Hossein Mohammadi, también fueron condenados a muerte por el asesinato del basiji.
Karami y Hosseini fueron detenidos el 5 de noviembre y juzgados y condenados a muerte el 5 de diciembre, tras un juicio que duró menos de una semana, según Amnistía Internacional.
El padre de Karami, que practicaba kárate, denunció a varios medios iraníes que las autoridades judiciales no les habían permitido elegir a un abogado y que el letrado no les respondía a sus llamadas.
El régimen iraní ya ha realizado varias ejecuciones durante las protestas
El régimen persa ha intentado reprimir las protestas con varias ejecuciones. Junto a Karami y Hosseini, también ha terminado con la vida de Mohsen Shekari y Majid Reza Rahnavad, a principios de diciembre por su participación en estas manifestaciones.
Estos hechos han provocado manifestaciones a nivel internacional, especialmente desde países occidentales, que han pedido que Irán ponga inmediatamente fin a los ahorcamientos.
Junto a ellos, otras 26 personas han sido condenadas a muerte por su implicación en las manifestaciones, entre las que se encuentra Arshia Takdastan, que fue sentenciado a la pena capital hace dos días.
