El bombardeo israelí contra el consulado de Irán en Damasco, residencia de su embajador y con un total de 13 muertos, ya ha provocado la respuesta de las autoridades persas, que han puesto el foco en que, entre los fallecidos, se encontraba un importante general de la brigada de su Guardia Revolucionaria.
La escalada de tensión no ha dejado de crecer desde entonces, con duros comentarios desde Irán: "El régimen sionista actúa contra las leyes internacionales, por lo que recibirá una dura respuesta por nuestra parte", ha respondido el embajador iraní en Siria, Hossein Akbari. También se ha pronunciado en este sentido el presidente iraní, Ebrahim Raisí, que ha afirmado que el bombardeo "no quedará sin respuesta" y ha responsabilizado directamente a Israel del ataque.
A ellos, además, se ha sumado el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, que ha afirmado que "el malvado régimen será castigado por nuestros valientes hombres. Haremos que se arrepientan de este crimen y de otros similares, con la ayuda de Dios".
¿Qué representa el ataque?
Irán, junto con Rusia, se alza como uno de los principales aliados del régimen sirio de Bashar al-Assad, inmerso en una guerra que se extiende en el tiempo durante más de trece años y que ha convertido en el país en un auténtico avispero. De hecho, al-Assad es el único dictador que realmente sobrevive en el poder tras las Primaveras Árabes de 2011, en un país de gran interés estratégico para sus aliados, entre otros aspectos, por su salida al Mediterráneo.
Israel y Siria han mantenido relaciones habitualmente muy conflictivas y este ataque se sitúa en este contexto. Precisamente, el enemigo regional de Irán, Arabia Saudí, con quien mantiene una guerra fría por el control del Golfo Pérsico, ha mantenido un acercamiento a Tel Aviv durante los últimos años y, en esta ocasión, ni siquiera a mencionado al país hebreo en el ataque.
El ataque perpetrado en Damasco ha supuesto un golpe en el poder iraní. Entre los fallecidos se encuentra Mohamed Reza Zahedi, identificado como el líder de las fuerzas Quds (una rama de la Guardia Revolucionaria) en Siria y Líbano, así como siete personas iraníes y otros seis sirios. Entre los ciudadanos persas, se encuentran varios generales de la Guardia Revolucionaria, en lo que aparenta un ataque selectivo.
Cabe destacar que esta no es la primera ocasión en la que ocurre algo similar. En diciembre, en un ataque parecido a las afueras de Damasco, que también fue atribuido a Israel, murió un asesor de la Guardia Revolucionaria, Seyyed Razi Mousavi.
¿Podría entrar Irán en la guerra?
Los tambores de una incursión iraní en el conflicto se han sucedido en varias ocasiones, en un contexto de ataques en los que el régimen sirio defiende repetidamente su alianza con Teherán: "Israel no podrá influir en las relaciones entre Irán y Siria", ha declarado sobre esta cuestión el ministro de Exteriores sirio, Faisal al Miqdad.
Es ya habitual que Israel bombardee objetivos en el Líbano, donde se encuentran milicias próximas al régimen de Teherán o directamente pertenecientes al país, especialmente el grupo chií Hizbulá, aliado de Damasco y también de Irán.
Además, en la Franja de Gaza, Teherán cuenta con el apoyo cerrado de las milicias de Hamás, así como la Yihad Islámica, que han formado alianzas en el marco del "eje de resistencia" con Hizbulá, como manifestaron en un encuentro en Beirut en octubre de 2023.
Las milicias aliadas con Irán son también antioccidentales y recuerdan en cierta medida los grupos hutíes en Yemen, también chiíes, a quienes bombardea una coalición internacional liderada por Arabia Saudí y con el apoyo de Estados Unidos. Es decir, Irán no participa en la guerra directamente, pero cuenta con un grupo de combatientes que ha llevado hacia su marco, en un contexto de guerra fría en la región.
Los indicios de financiación de guerrillas desde Irán se han extendido en el tiempo y en varios territorios y, por el momento, ha sido su modo de actuar. La guerra en Gaza, sin embargo, podría adoptar un fuerte recrudecimiento si las milicias de Hizbulá abriesen un nuevo frente en el norte. Se trata de grupos mejor armados y con más recursos que Hamás.
La entrada directa de Irán podría llevar a un escenario imprevisible en la región, puesto que también existiría el riesgo de entrada de otros países, como Irak, Siria o Líbano. Además, se abriría la duda sobre qué ocurriría con Israel, que actualmente cuenta con el apoyo de gran parte de las potencias occidentales y, especialmente, de Estados Unidos, puesto que es su principal aliado en esta región.