Nunca antes la RTP de Portugal celebró una final de su Festival da Cançao con tanta efeméride de por medio. Y es que en Lisboa se celebró no solo el sesenta aniversario del festival musical luso, sino que también coincidió en plena jornada de reflexión de sus elecciones generales, en el año en el que se cumple el 50 aniversario de la Revolución de los Claveles. Un cocktail tremendo para una gala que si suele ser larga, en 2024 no tenía excusa alguna para seguir siéndolo.
En esta marabunta de celebraciones, la que más celebró fue Iolanda, vencedora del certamen con el tema 'Grito', una balada muy portuguesa que no pierde la línea de esta RTP que comenzó a ser importante de verdad en Eurovisión con la victoria de Salvador Sobral en Kiev en 2017. Iolanda fue la favorita para el jurado territorial portugués, obteniendo todos los doce menos dos. Por el contrario 'tuvo que conformarse' con ser segunda del televoto, llevándose ese mérito joao Borsch, con un tema que tuvo en directo el reconocimiento a Palestina en su actuación, luciendo una sandía en la solapa de su chaqueta.
Portugal actuará en la primera semifinal de Eurovisión 2024, con la suerte de ser una de las tres únicas baladas de la edición, y con la poca fortuna de coincidir con la otra balada femenina en el evento del martes, la balada serbia. Iolanda afrontaba la final con cerca del 70% de probabilidad de victoria en la casas de apuestas, un hecho que refrendó ganándose el billete a Malmö sin ningún género de dudas.
¿Qué tal es 'Grito'?
Lo bueno normalmente de Portugal recientemente es que al escucharla sabes perfectamente que son ellos. Tras 'desmelenarse' un poco con Mimicat el año pasado, para Eurovisión 2024 los lusos vuelven a la línea de la 'saudade' y las baladas sentidas, con una intérprete de primer nivel como Iolanda y con un concepto escénico listo y dispuesto para ser replicado en Malmö.
La RTP es de las pocas televisiones que aún no ha dado el salto a un gran pabellón para su festival, y sigue apostando por un plató televisivo que cumpla sus expectativas. Sin embargo, año tras año consiguen conceptos escénicos que terminan siendo redondos para el Eurofestival, y este año es un ejemplo más. Acompañada de bailarines encapuchados, el concepto de Iolanda perfectamente puede llevarse a Suecia sin miedo a que pierda ni un ápice de lo que quiere mostrar.
Por eso, Portugal vuelve a demostrar que tiene bien claro lo que quiere hacer en Eurovisión. El resultado después será uno u otro, aunque creemos que puede tener hueco en la final. Sea como sea, en un día de celebración y reflexión, los portugueses eligieron realmente bien.
