Un juez investiga a una residencia de Barcelona a la que la Fiscalía ha denunciado por ocultar en el año 2022 un brote de salmonelosis donde murieron ocho ancianos y por desatender sus obligaciones, provocando un "grave riesgo sanitario" para los demás residentes con su conducta "irresponsable".
Según ha informado la Fiscalía, el juzgado de instrucción número 17 de Barcelona ha abierto las diligencias a raíz de su denuncia, dirigida contra el administrador y gerente del geriátrico, la directora, la gobernanta, el médico y la mercantil, por ocho delitos de imprudencia grave con resultado de muerte.
En su escrito, publicado por El Periódico la Fiscalía, detalla que entre los meses de julio y septiembre de 2022 la residencia barcelonesa Aragó (que cuenta con 100 plazas, 57 de ellas públicas), sufrió un brote de gastroenteritis aguda por salmonela que afectó a 39 residentes, provocó la hospitalización de 15 y el fallecimiento de ocho ancianos.
Para la Fiscalía, el "comportamiento omisivo" de la residencia, que debería haber "adoptado las más elementales medidas de atención, diligencia y colaboración" con los técnicos epidemiológicos ante el problema sanitario que se produjo en la residencia, "contribuyó" a que el brote se agravara y provocó directamente "un elevado riesgo de transmisión de la infección" y otros problemas de salud a los residentes, "con consecuencias letales" para algunos de ellos.
Los denunciados, con "incumplimiento de las normas de cuidado" a las que estaban obligados debido a su responsabilidad, "no adoptaron ni instaron" a implementar las actuaciones higiénicas y sanitarias propuestas por los técnicos epidemiológicos, "desatendiendo las obligaciones que les competían frente a una enfermedad particularmente grave cuando afecta a personas con vulnerabilidad extrema", como los ancianos.
Una conducta irresponsable
"Con su conducta irresponsable, colocaron a todos los residentes en una situación de grave riesgo sanitario, minimizando el impacto o importancia del brote, negando la existencia de otros casos diferentes de los notificados por el CAP, administrando medicación que no había sido prescrita con la espuria finalidad de encubrir los síntomas, ocultando nuevos casos...incluso las defunciones que se producían por causa de la enfermedad", indica la denuncia.
Según la Fiscalía, al ignorar las recomendaciones de las autoridades epidemiológicas y sanitarias para controlar el brote y a sus afectados, los responsables del geriátrico demostraron una actitud de "absoluta indiferencia por la salud y las vidas" de los ancianos de la residencia.
Según la Fiscalía, la residencia sólo facilitó información al Servicio de Epidemiología (SEPID) cuando este organismo conoció los hechos por otras vías, y además el método de investigación fue "obstaculizado" y las consecuencias del brote fueron "notablemente agravadas" debido a la "deliberada voluntad" de los denunciados de "ocultar cualquier dato o cualquier nuevo caso a Salud Pública".
Falta de higiene generalizada
El "grado de obstaculización y falta de colaboración" llegó a "tal extremo", según el criterio de la Fiscalía, que los responsables de la residencia dejaron de anotar en los registros toda la información sanitaria de los ancianos, recogiendo únicamente hechos "intrascendentes" como visitas programas o cambios de pañales.
La Fiscalía remarca que cuando los inspectores acudieron al geriátrico "se objetivó" una "falta de higiene generalizada de larga evolución" en el mobiliario, lavabos, duchas, interruptores y botones de ascensor.
Como ejemplo, la denuncia describe que las sillas adaptadas para la ducha tenían suciedad marrón alrededor de la zona donde se situaban las nalgas, que había restos similares a vómito en uno de los lavabos y que la mayoría de las mesas del comedor estaban pegajosas.