Los flamenquines y las croquetas de Magrudis están en el punto de mira. Podrían estar contaminadas y lo peor es que la empresa lo pudo haber ocultado. El Ayuntamiento de Sevilla ha encontrado una factura y un catálogo de al menos 50 productos donde se detalla su venta a un comercio sevillano. FACUA asegura que podría no ser el único, por lo que las autoridades ya han anunciado la activación de una alerta sobre ambos productos.
Después de la carne mechada, su crema y el lomo, Magrudis también vendió por 53,65 euros un lote de croquetas de jamón y pollo, así como otro de puchero. Ambos pesaban 1,2 kilos y fueron entregados al mencionado cliente en junio de este mismo año. Sus precios estaban detallados en la lista que el Consistorio encontró junto a la factura durante una revisión y por el momento, los responsables de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía investigan con lupa el catálogo de alimentos ocultos comercializados por la empresa.
El problema es grave porque de confirmarse, podrían aparecer nuevos casos. La empresa vendía todos estos productos de manera difusa y no creen que este establecimiento sevillano fuera el único cliente que se gestionaba por esta vía. El origen de ambos productos determinará si la empresa implicada en los más de 200 casos de Listeria monocytogenesis participó en su producción o si bien, actuaba como mera intermediaria y por tanto los productos están bajo riesgo o no.
Lo cierto es que tanto las croquetas como los flamenquines son sospechos de poseer la bacteria debido a las irregularidades encontradas. El listado ha sido remitido a la Fiscalía que, posteriormente, al igual que el Ayuntamiento de Sevilla, han interpuesto una denuncia contra Magrudis por un delito contra la salud pública. La Administración ya reveló que la anterior demanda se basaba en la ocultación previa de la producción de dos tipos de chorizo, cuyos lotes fueron confiscados en un centro comercial. Su análisis ha dado negativo, afortunadamente.
Otro agravante a la demanda interpuesta por ambos entes corresponde a la licencia de actividad con la que Magrudis no contaba cuando fue dada de alta como empresa en el año 2015.
Una sucursal secreta
Si las croquetas y los flamenquines pudieran estar infectados por este grave brote aún se desconoce, pero Magrudis podría haber estado operando con esta segunda línea de producción en una segunda fábrica, después de que el Ayuntamiento atara cabos durante sendas visitas a la sede principal de la empresa. La gran pregunta es dónde se almacenaban los lotes que figuran en el catálogo encontrado por la policía y los inspectores. Está claro que no era ni en su sede principal en el polígono industrial El Pino, ni tampoco en los establecimientos de ninguno de sus proveedores o clientes.
Es por ello que las miradas se centran ahora en una supuesto segundo espacio, otra planta de producción de la que no han informado y que numerosos medios de comunicación han puesto ya en entredicho. La Fiscalía de la Junta de Andalucía decretará si debe ser uno de los objetivos de la policía y si esta incógnita deberá formar parte de la investigación de forma inminente.
En cuanto al número de víctimas, la cifra se sigue situando en 206 y, si bien es cierto que el número de personas ingresadas en hospitales ha disminuido, este brote ya ha dejado tres muertes y siete abortos. El caso ha generado cierta agitación dentro de las filas del Ejecutivo andaluz, después de que el PSOE, que por primera vez fue destituido del poder en la comunidad, pidiera la dimisión de Jesús Aguirre como consejero de Salud y Familias.
Los socialistas no se quedaron de brazos cruzados y reclamaron "transparencia" al alcalde sevillano, perteneciente al Partido Popular. Dada la creciente tensión debido a la importancia crítica de la cuestión, los reproches han sido numerosos y el Gobierno andaluz se encuentra actualmente intentando disminuir la preocupación de la ciudadanía.
