Un documental elaborado por un canal de televisión de Polonia ha aportado documentos y testimonios que apuntan a que el Papa Juan Pablo II conoció y ocultó casos de abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia católica que se habrían producido en su propio país.
Este programa se ha emitido durante la noche del lunes y, según su director, Marcin Gutowski, llega a los medios tras dos años de un intenso trabajo fruto de investigación, entrevistas y viajes, que cuenta con la colaboración de personalidades que tuvieron relación con el Papa, así como miembros destacados de la jerarquía católica de la época.
En este reportaje se repasan casos de tres sacerdotes relacionados con el Papa Juan Pablo II, que entonces era arzobispo de Cracovia, que trasladó entre varios emplazamientos en la década de 1970 al tener conocimiento de las acusaciones que pesaban contra ellos.
Los testimonios incluyen a una de las víctimas del padre Eugeniusz Surgent, al que señala como culpable de agresiones sexuales a menores en al menos cinco parroquias diferentes y que fue denunciado directamente a Juan Pablo II por parte de varias personas.
Otro de los implicados en estos casos de abusos fue el padre Saudí, quien después de trabajar como instructor de catequesis, en contacto directo con niños, acumuló gran cantidad de quejas por agresiones sexuales a menores y finalmente fue enviado a un "lucrativo trabajo" en la parroquia austriaca de Gaubitsch, por intercesión directa del entonces Papa.
Sin medidas
Durante su período como cardenal, Wojtila también tuvo conocimiento de acusaciones contra otros sacerdotes bajo su autoridad y en ocasiones recibía esa información directamente de las víctimas, que iban a solicitar su ayuda desde parroquias de toda la región. Los testimonios coinciden en señalar que, en todos los casos, el futuro de Juan Pablo II insistía primero en confirmar la veracidad y después prometía tomar medidas, pero nunca las llevaba, ni denunciaba, ni imponía ningún tipo de castigo a los culpables.
Los documentos analizados son informes del Instituto de Memoria Nacional polacos que prueban que, en la menos una ocasión, uno de los sacerdotes trabajaba para la policía política comunista. El material analizado por los periodistas encargados del reportaje muestra que uno de los primeros menores de Juan Pablo II, el cardenal Sapieha, obligaba a algunos seminaristas a llevar a cabo prácticas sexuales con actos violentos.
El arzobispo de Milwaukee (Estados Unidos) durante 25 años, Rembert Weakland, aparece en este reportaje y señala que Juan Pablo II le confesó que conocía el comportamiento de Sapieha y que, cuando fue interpelado por ello, confesó que "no sabía que hacer" y que "se derrumbó". Una antigua alumna del Papa, la doctora Anna Karon-Ostrowska, señala que "quizás, Karol Wojtila se acostumbró, aunque suene terrible, a que tales cosas suceden en la Iglesia", y que por ello las ocultó.
