Parece que Rusia no solo es uno de los países con más territorio del mundo, también es uno de los que más presencia política tiene. Si ya se demostró que estuvieron muy presentes en las elecciones norteamericanas que ganó Trump o el Brexit; todo apunta a que el referéndum independentista de Cataluña del 1 de octubre se podría incluir en esta lista.
La cadena estadounidense CNN ha compartido la investigación realizada por el portal Bellingcat sobre un posible espía de la inteligencia militar rusa que ha estado viajando por Reino Unido y Cataluña en estas fechas tan claves. El alias que le podría haber otorgado la Unidad de Inteligencia Militar de Rusia (GRU) al espía investigado es Sergey Vyacheslavovich Fedotov.
Este agente se encontraría en la terna que habría participado en los envenenamientos de Salisbury del año 2008, según relata la propia CNN basándose en el informe de Bellingcat. Este agente habría acudido a Cataluña en la compañía de otros dos compañeros, cuyos nombres reales serían Anatoly Chepiga and Alexander Mishkin.
La información que el medio aporta sobre él es que nació en Kazajistán en 1973 y está casado con su hermana. Asistió a la Academia Diplomática Militar de élite de Rusia y, según sus labores y el tiempo de servicio, es probable que sea un oficial de alto rango del la GRU.
Sus viajes a Barcelona y Gran Bretaña en fechas muy concretas
Según la cadena, la investigación demuestra que viajó a Barcelona en dos ocasiones: en noviembre de 2016; y otro viaje entre el 29 de septiembre y el 9 de octubre de 2017, momento en el que se dio el referéndum independentista catalán.
Por otra parte, sus movimientos a Gran Bretaña fueron también en fechas muy señaladas: el 2 de marzo de 2018 el hombre habría viajado desde Moscú a Gran Bretaña a la vez que otros dos agentes, cuyos nombres reales son Anatoly Chepiga y Alexander Mishkin. Los billetes de vuelta eran para el 4 de marzo, día en el que el ex agente doble ruso Sergei Skripal y su hija Yulia fueron envenenados, pero Fedotov no viajó, según Bellingcat, y volvió a Moscú pasando por Roma.
Este ataque, afortunadamente, no acabó con la vida del exoficial ruso y su hija. Sin embargo, la primera ministra británica Theresa May pidió explicaciones al gobierno ruso, ya que la sustancia que se detectó fue Novichok, un agente nervioso de fabricación rusa. Poco después, la ministra expulsó a 23 diplomáticos rusos en consecuencia al envenenamiento.