Toda la vida se ha especulado sobre la posible existencia de un sexto sentido. Uno que se sumase a los del tacto, la vista, el oído, el olfato y el gusto. Ahora la ciencia lo ha confirmado: existe un sexto sentido llamado interocepción y es fundamental para nuestra salud Este nos conecta con el estado interno de nuestro cuerpo, regulando funciones vitales como el hambre, la sed, la temperatura corporal y el ritmo cardíaco.
La capacidad de sentir y responder señales internas no solo garantiza un funcionamiento correcto de nuestros sistemas corporales, sino también juega un rol crucial en el bienestar psicológico de cada uno de nosotros. La interocepción influye en la toma de decisiones, la habilidad social y la estabilidad emocional. De no llevar bien su papel nos encontraremos más expuestos ante afecciones psicológicas como la depresión o la ansiedad.
Diferencias por sexos
Recientes investigaciones han podido desvelar que existen diferencias en la percepción interoceptiva entre hombres y mujeres, con hallazgos que permiten encontrar distinciones en la forma en la que interpretamos las señales del corazón, pulmones y estómago dependiendo de si se trata de mujeres u hombres.
Estos descubrimientos podrían ofrecer claves para entender la prevalencia de ciertas condiciones de salud mental entre mujeres y hombres, y apuntan a la necesidad de personalizar tratamientos y terapias basados en la interocepción.
Science Alert se ha hecho eco en uno de sus últimos artículos de un análisis de 93 estudios que, en tareas relacionadas con la percepción del corazón, las mujeres suelen ser menos precisas que los hombres.
Aunque estas diferencias son claras en tareas relacionadas con el corazón, los estudios sobre percepción pulmonar y gástrica aún no son concluyentes, lo que indica que es necesario profundizar en la investigación.
Continúa la búsqueda de mejores tratamientos
Llegar a comprender que hombres y mujeres no procesan de la misma manera las señales interoceptivas no solo es fundamental para abordar enfermedades mentales de forma más efectiva, sino que también podría cambiar la manera en que se diseñan y aplican tratamientos psicológicos y médicos.
Aunque mejorar la interocepción ha mostrado ser beneficioso para la salud mental, este nuevo enfoque sugiere que las intervenciones podrían necesitar nuevos ajustes según el género para ser verdaderamente efectivas.
Las distintas teorías que tratan de explicar estas diferencias engloban desde cambios fisiológicos y hormonales específicos de cada sexo, hasta distinciones en la educación emocional y la percepción del dolor. Es por esto que es fundamental desarrollar tratamientos más precisos y eficaces contra una amplia gama de trastornos psicológicos.