Los Mossos han detenido a un francotirador por amenazar de muerte al presidente Pedro Sánchez por la exhumación de los restos de Franco. Manuel M.S. (como se le identifica) tiene 63 años y contaba en su domicilio con un arsenal de 16 armas de fuego, rifles de precisión y un subfusil de asalto. Su detención se realizó gracias al testimonio de un conocido, que informó a los Mossos sobre los planes de este hombre difundidos a través de un grupo de WhatsApp.
Los atentados contra presidentes no han sido poco comunes a lo largo de la historia. Incluso en España tenemos un historial numeroso. A continuación te contamos las historias de algunos de los magnicidios más sonados de los últimos 150 años, tanto en nuestro país como en el extranjero:
1 Luis Carrero Blanco
En junio de 1973, debido a su avanzada edad, Franco designó como presidente del gobierno a un hombre de su confianza, el almirante Luis Carrero Blanco. Se le concebía como el máximo garante de la continuidad de la dictadura e iba asumiendo cada vez más tareas del gobierno a medida que el dictador envejecía. Su asesinato, también conocido por su nombre en clave 'Operación Ogro' es recordado todavía por su aparatosidad.
La mañana del 20 de diciembre de 1973, el presidente acudía a misa en la Iglesia de San Francisco de Borja en Madrid, antes de comenzar sus labores de gobierno. A su salida, ETA había preparado varias cargas explosivas que activaron cuando el coche del presidente pasara por el lugar señalado. La explosión fue tan violenta que se abrió un cráter en el asfalto y el coche voló por los aires hasta acabar en la azotea de un edificio aledaño a la iglesia, una imagen que reside en el imaginario colectivo de la mayoría de los españoles.
El atentado se convertía así en el mayor ataque al régimen franquista desde el final de la Guerra Civil Española en 1939 y supondría la consolidación de ETA como grupo terrorista. Su asesinato supuso el agravante de la descomposición del régimen franquista, que ya venían arrastrándose desde años antes. Franco designó como su sucesor a Carlos Arias Navarro, el cual dimitiría tras tensas reuniones en 1976, para dar paso a la democracia. Actualmente los chistes sobre el 'vuelo' del coche de Carrero, son habituales en las redes y han sido motivo de polémica por su persecución.
2 Benazir Bhutto
Aunque su nombre no sea conocido para muchos, Bhutto fue la primera mujer que ocupó el cargo de Primer Ministro en un país musulmán, en concreto, Pakistán. Socialdemócrata y laica, dirigió el Partido Popular de Pakistán (PPP) durante los años 80 y 90. Tras acusaciones de corrupción poco fundamentadas del Ejército, que nunca confió en ella, tuvo que exiliarse en varias ocasiones.
Después de 8 años en Dubai y Londres, el 18 de octubre de 2007, la exprimera ministra volvió a la ciudad de Karachi. El mismo día de su regreso, su comitiva sufrió una serie de atentados en los que murieron al menos 139 personas. El 27 de diciembre de dicho año, durante una manifestación política del PPP en el que llamaba a a la protesta contra el Gobierno, fue objetivo directo de un ataque suicida con armas de fuego. Tras alzarse a través del techo corredizo de su coche blindado, un hombre, identificado como Bilal, le disparó, hiriéndola. Sin embargo, instantes después, un explosivo detonó causando su muerte y la de 22 personas más.
La autoría del asesinato aún no se ha esclarecido. Hay quien señala que el Gobierno ayudó a Al Qaeda a perpetrar el asesinato e, incluso, hay quien apunta a su viudo, que asumió la presidencia tras su muerte. Actualmente, Pakistán es un país que se debate entre la democracia y la dictadura militar.
3 Antonio Cánovas del Castillo
Cánovas del Castillo fue una importante figura política en la España de la Restauración borbónica, siendo uno de los principales artífices del turnismo de partidos, pues fue el dirigente del Partido Conservador, que él mismo creó y que tenía como rival político al Partido Liberal liderado por Sagasta. Su asesinato tuvo lugar durante unas vacaciones del político, mientras se encontraba en un balneario de la provincia de Guipúzcoa, el 8 de agosto de 1897.
El asesino fue el anarquista italiano Michele Angiolillo, el cual se acercó a Cánovas, mientras leía un periódico en un banco del balneario de Santa Águeda y le disparó tres tiros a bocajarro. El asesino fue detenido y juzgado inmediatamente. Declaró que actuó en represalia por las torturas hacia los sospechosos de un atentado que se había producido en el castillo de Montjuic en Barcelona. Fue condenado a muerte mediante garrote vil. La sentencia se hizo efectiva tan sólo 11 días después de la detención.
Fue sucedido en su partido por Marcelo Azcárraga Palmero, el cual se convirtió en presidente provisional hasta la entrada en el gobierno del Partido Liberal de Sagasta. Su muerte supuso el fin del ciclo de atentados terroristas anarquistas de los noventa del siglo XIX, aunque el anarquismo violento existió en España hasta bien entrado el siglo XX.
4 Muamar el Gadafi
El dictador libio gobernó en su país la friolera de 42 años, desde septiembre de 1969 hasta su muerte en eñ año 2011. El conocido como el 'Che Guevara árabe', fue célebre por sus políticas izquierdistas, anticolonialistas, antioccidentales y de distribución de la riqueza. Su asesinato se produjo en la batalla de Sirte durante la Guerra Civil Libia el 20 de octubre de 2011 por un grupo de combatientes del Consejo Nacional de Transición libio (CNT).
Tras los bombardeos de la OTAN sobre su posición, Gadafi consiguió sobrevivir y se refugió en una tubería de la ciudad junto con algunos guardaespaldas. Un grupo de la CNT abrió fuego alcanzándole una pierna y la espalda. Según un militar testigo, fue uno de sus guardaespaldas el que le volvió a disparar para acelerar su muerte. Su hijo Moatassem, el cual lo acompañaba, también murio en la misma ciudad.
Tras su muerte, Libia es un Estado que sigue viviendo un clima de inestabilidad, con situaciones de luchas internas que han destruido la producción y el rendimiento económico del país. La caída del dictador estuvo lejos de suponer una mejora real para el país del Norte de África, en el cual las milicias y los grupos rebeldes armados ejercen el control.
5 José Canalejas
Fue un relevante político durante el periodo de la Restauración borbónica, siendo uno de los nombres más conocidos dentro de las filas del Partido Liberal. Su muerte puso fin al segundo intento de 'regeneración desde dentro' durante el reinado de Alfonso XII. Al igual que Cánovas, fue asesinado por un anarquista violento.
En la mañana del 12 de noviembre de 1912, Canalejas se encontraba mirando los libros expuestos en el escaparate de la Librería San Martín, en la esquina de la Puerta del Sol con la calle Carretas, en pleno corazón de Madrid. El asesino, Manuel Pardiñas, disparó tres veces hacia su objetivo, pero solo el tercer disparo alcanzó el cráneo del político, causándole la muerte casi de inmediato. Tras ser reducido por la policía, el agresor se suicidó con la misma pistola con la que había atentado.
Se sumaba así a la lista de jefes de Estado españoles asesinados, como Juan Prim o Cánovas del Castillo. Su muerte supuso la reorganización de los servicios de seguridad y la policía, o que incluía la creación de una nueva Dirección General de Seguridad. También se crearon brigadas para combatir el terrorismo anarquista. La 'Crisis de la Restauración' comenzó a hacerse patente poco después.
6 John F. Kennedy
Uno de los presidentes más célebres que haya tenido Estados Unidos fue también víctima de uno de los magnicidios más famosos de la historia. Duante su mandato, tuvo lugar la invasión de la Bahía de Cochinos, la crisis de los misiles de Cuba, la construcción del muro de Berlín, el inicio de la carrera espacial y la consolidación del Movimiento por los Movimientos de los Derechos Civiles en el país.
El 23 de noviembre de 1963, el presidente Kennedy viajaba a bordo de un coche descapotable a través de la ciudad de Dallas, con su esposa Jackie al lado, para saludar a los ciudadanos a su paso. Tres disparos fueron los que se emitieron desde un fusil en un edificio contiguo a la calle donde estaban los Kennedy. El primero impactó contra la acera, el segundo impactó en la espalda del presidente y el tercero perforó el cráneo del jefe de Estado y le causó la muerte. El vídeo de los acontecimientos dio la vuelta al mundo.
Al asesino en solitario, Lee Harvey Oswald, le habían diagnosticado una personalidad esquizoide y tendencias agresivas durante su adolescencia. Sin embargo, a pesar de haber protagonizado algún que otro incidente con armas, en ningún momento se le condenó por ninguno. Si comparamos su perfil con el del detenido por amenazar con matar a Pedro Sánchez, tienen ciertas similitudes.
En ambos casos, al no contar con antecedentes penales, las fuerzas de seguridad no se fijaron en ellos. Es decir, son los perfectos 'lobos solitarios', "un don nadie con permiso de armas, cuya maestría en el tiro no llamaba la atención, igual que no resultaba sospechoso que llevase pistola, pues la necesitaba para su trabajo", explica una fuente de la investigación al diario Público.