Tras la sentencia a nueve años de prisión para La Manada por abusos sexuales y no violación, los cinco condenados se encuentran en la cárcel de Pamplona. Ahora, mientras continuan entre rejas a la espera de que se resuelva su recurso, instituciones penitenciarias ha decidido revisar el lugar en el que cumplirán condena.
Por el momento, tres de los miembros del grupo sevillano pueden estar de enhorabuena. Al parecer, están a punto de conseguir el traslado a un penal de Sevilla, lo que sería fundamental para poder mantener relaciones con su entorno más cercano. Así lo han confirmado desde Instituciones Penitenciarias al diario El Español.
La distancia entre Sevilla y Pamplona se fija en más de 700 kilómetros, es decir, más de nueve horas de coche. Los miembros del grupo han solicitado repetidamente este traslado, a pesar de que entraron "cantando" porque "pensaban que era cosa de dos días", tal y como reconocen desde la prisión al citado medio.
Los tres habían solicitado el procedimiento mediante una inastancia. Ahora, todo seguirá su cauce, que se podría adelantar con alguna acción legal prestada por su defensa, dirigda por el letrado Agustín Martínez Becerra, en el caso de los tres condenados.
Todo apunta a que este traslado se producirá, aunque nadie sabe cuánto durará el período hasta la decisión final. La legislación actual no concreta fechas ni límites de tiempo, por lo que el procedimiento podría alargarse en el tiempo.
Los miembros de La Manada que esperan su traslado han mantenido una buena actitud durante su encierro en prisión, aunque es el que peor se ha adaptado a la rutina en prisión, ya que se han manifestado en contra de su encarcelamiento provisional.
Este grupo es el que mejor relación ha mantenido entre sí (de ahí, la elección del mismo abogado). Sin embargo, el más joven de ellos, Ángel Boza, se encuentra separado tras protagonizar una paliza a una persona condenada por violación.
Hay recurso
La sentencia de nueve años por abusos sexuales no es firme. Tanto la defensa como la acusación han solicitado sendos recursos que podrían cambiar por completo la actual situación de los cinco condenados: la defensa pide la libre absolución y la acusación, aumentar las penas contemplando los delitos de robo con intimidación y descartar el abuso sexual por violación.
La sentencia también ha recibido un gran rechazo social en mitad del auge del movimiento del 8 de marzo que busca la igualdad entre hombres y mujeres; así como el final de este tipo de delitos.
El mismo día en el que los jueces emitieron su decisión, una ola de protestas recorrió todo el país. Ahora, falta ver qué sucederá en el futuro y cuál será la sentencia definitva que recibirá el grupo autodenominado como La Manada.