Una de cada cuatro personas padecerá un trastorno mental a lo largo de su vida. Muchos de ellos pueden ser transitorios y otros corren el peligro de cronificarse. La mayoría de ellos provienen de la génetica y de la manera en la que interpretamos todo lo que sucede a nuestro alrededor, por ello hay que tener cuidado con todo lo que hacemos.
Un factor que está siendo determinante para desarrollar este tipo de enfermedades se trata de una herramienta que guardas en tu bolsillo y que seguramente usas a diario: Instagram. Sí, la 'inofensiva' red social de fotografías, quizás no lo sea tanto. Te explicamos por qué:
Depresión, ansiedad, alteración de la autoestima...
Así lo afirma un estudio de la Royal Society for Public Health, que ha analizado el comportamiento de 1.400 jóvenes con edades comprendidas entre los 14 y 24 años en el Reino Unido durante el pasado mes de mayo y que ha arrojado interesantes conclusiones.
Al parecer, la edad media de los usuarios de esta plataforma (suelen ser los más jóvenes) y el tipo de publicaciones que se realizan (conocemos de primera mano y de forma visual la vida de los demás, lo que permite comparar -aunque muchos caigan en el postureo), puede ser el detonante para caer en graves cuadros de depresión, ansiedad, trastornos del autoestima o sentimientos de soledad.
Según el estudio, las más afectadas son las mujeres jóvenes, y los autores señalan que el problema radica en la capacidad que tiene la app de filtrar cualquier tipo de imprefección lo que puede provocar los trastornos antes descritos, así como dismorfofobia, un trastorno caracterizado por una falsa autoimagen (la persona se percibe más gorda, flaca, alta, baja... de lo que es en realidad) y que puede derivar en otras enfermedades como la anorexia o la bulimia.
A pesar de todo, el presidente del Colegio de Psiquiatras de Reino Unido, Simon Wessely, ha afirmado que no hay que demonizar las redes sociales, ya que tienen tanto aspectos positivos como negativos: "Tenemos que enseñar a los más pequeños a hacer fretne a todos los aspectos de las redes sociales y prepararlos para un mundo cada vez más digitalizado. Es peligroso culpar al medio cuando el responsable real es el que lanza el mensaje".
Por todo ello, los expertos recomiendan educación y han instado a Instagram a que introduzca controles para combatir este problema, como la incorporación de una ventana emergente cuando el usuario lleve demasiado tiempo interactuando con la red social, una medida que aceptarían el 70% de os usuarios.
No todo es negativo
A pesar de todo, Instagram también cuenta con efectos positivos entre los más jóvenes. Los expertos destacan, por ejemplo, que permite que puedan expresarse de manera mucho más fluida y les permite que desarrollen su propia identidad, así como nuevas aficiones. Incluso, también les ayuda a ampliar su círculo social de amistades.
Los expertos además aprovecharon para valorar cómo podrían interferir otras redes en los jóvenes, y hubo conclusiones mucho más positivas. Por ejemplo, Twitter es la más beneficiosa para ellos, seguida de Facebook. Snapchat e Instagram, por el lado contrario, recibieron las peores valoraciones.
La incidencia de las redes sociales entre los más jóvenes es muy importante, ya que el 91% de las personas de 14 a 24 años utilizan internet para relacionarse, una franja mucho más relevante que el resto.