El brote del virus del Nilo en Sevilla ha abierto la veda sobre la necesidad de utilizar repelentes contra los insectos en zonas donde hay potenciales picaduras, como los humedales.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recuerda que hay varios insectos que debemos tener en cuenta, además del modo en el que tenemos que actuar en el caso de sufrir una picadura o infestación.
Vamos a destacar qué tipo de insectos debemos evitar a toda costa. Esta es la lista de los predominantes en España.
1 Mosquito tigre (Aedes Albopictus)
El mosquito tigre, llegado a la Península en 2004, es un insecto negro con pintas blancas, además de una raya blanca en cabeza y tórax. Pica durante el día y suele atacar las piernas porque vuela a baja altura.
Las lesiones que produce cuentan con un fuerte componente inflamatorio y prurito, además de reacciones alérgicas de carácter grave. Además, puede transmitir enfermedades tropicales graves como el chikungunya, dengue o Zika.
La mejor manera de evitar sus picaduras se encuentra en el uso de repelentes. Si se sufre una picadura, la mejor opción es lavar la zona, utilizar loción de calamina o lápiz de amoniaco y, en caos de mayor reacción, un corticoide tópico y antihistamínico oral.
2 Garrapata común (lxodes ricinus)
Este tipo de garrapatas son diferentes a las que atacan a los perros y cuentan con un peligro potencial: pueden transmitir la enfermedad de Lyme, una patología grave que puede tener efectos adversos en el corazón o la médula.
Generalmente, suele estar presente con mayor frecuencia en el ámbito rural que en el doméstico y se puede estar expuesto en los paseos por el campo. Su picadura genera una lesión pruriginosa en la piel que desaparece habitualmente en unas 48 horas, pero también puede generar efectos adversos.
En algunos casos, el tejido evoluciona a un color negruzco, ya que se encuentra en estado necrótico. Esto puede representar un peligro, ya que puede haber una sobreinfección por el rascado.
La OCU recomienda revisarse bien el cuero cabelludo, axilas, ingles y buscar si se lleva alguna garrapata tras un paseo por el campo. Además, conviene vestir manga larga y pantalón largo, además de introducir el pantalón dentro de los calcetines.
La permetrina aplicada a la ropa actúa como repelente de esta garrapata. Por ello, es altamente recomendable aplicarla antes de los paseos por zonas rurales para evitar cualquier inconveniente.
3 Chinches (Cimes Lectularius)
Suelen esconderse en somieres, cabeceras y estructuras de camas, almohadas o colchones, incluso hendiduras de suelos y paredes. Pueden ser un auténtico problema en el caso de propagarse por todo el hogar, sobre todo cuando las infestaciones están creciendo en las grandes ciudades.
Las chinches sueeln picar de noche y generalmente atacan el rostro, cuello y brazos; aunque cualquier parte sin cubrir está expuesta. Algunas personas pueden tener reacciones alérgicas con picazón, ampollas o urticarias; pero generalmente no transmiten enfermedades.
Muchos tipos de chinches han desarrollado resistencia a los insecticidas habituales, por ello es recomendable atacar sus escondrijos limpiándolos con vapor, además de lavar la ropa a 60ºC y usar secadora. En casos más graves, habrá que recurrir a un servicio profesional.
4 Hormiga argentina (Linepithema humile)
Estas hormigas de pequeñas dimensiones, con apenas 3 milímetros de longitud y color marrón, es una especie invasora que puede instalarse en edificios y formar grandes colonias.
Las infestaciones se producen con mayor frecuencia en invierno, con bajas temperaturas y humedad alta. El único método efectivo se encuentra en la prevención.
Por ello, hay que evitar dejar comida expuesta (se sienten especialmente atraídas por el azúcar). La OCU pide no rociar los nidos con insecticida porque puede dispersar los insectos.
Por ello, aconsejan utilizar trampas con insecticida de efecto retardado. Estas hormigas pueden ser fuente de intoxicaciones alimentarias porque transmiten patógenos como la Shigella flexneri, Bacillus cereus, Eschericia coli y Staphylococcus aureus.
5 Araña reclusa parda (Loxosceles rufescens)
De color castaño, esta araña es especialmente frecuente en el Mediterráneo y no es agresiva. Al revés, busca rincones escondidos, lo que le lleva a invadir casas, además de arquetas de riesgo en el campo.
Sin embargo, su picadura sí puede ser peligrosa si se necrosa la herida. Esto puede ocurrir al meter la mano en despensas, baúles o cajones, cuando se siente amenazada.
La picadura es poco dolorosa y se identifica con dos puntos de entrada. La herida puede rodearse posteriormente de un halo azulado e incluso pueden aparecer vesículas y ampollas que dejan luego paso a una úlcera necrótica. Se recomienda acudir a urgencias ante cualquier picadura de este tipo.
