El grupo de contagiados por coronavirus que, una vez recuperados, vuelven a dar positivo, aumenta cada vez más: el último caso ha sido el de padre e hija de la ciudad de Xuzhou, en la provincia de Jiangsu, en China. Este fenómeno ha hecho que salten las alarmas de los médicos, que ven el Covid-19 una enfermedad más difícil de erradicar.
El paciente había sido dado de alta hace dos semanas, según informan los medios estatales, pero en otra prueba ha dado positivo como portador del virus. A su hija, a la que también le habían dado el alta, le ha ocurrido lo mismo. Ambos han vuelto a quedar ingresados.
Asimismo, su caso no ha sido el único: tan solo dos días antes el gobierno de Osaka, en Japón, confirmó un caso similar: una guía turística se contagió en enero y recibió el alta a principios de febrero. Volvió a mostrar los síntomas, y el 26 de febrero dio positivo de nuevo. Afortunadamente la paciente no había vuelto a trabajar y se había mantenido en cuarentena en su casa, sin contacto cercano con nadie y portando siempre la mascarilla.
Explicaciones para la recaída
En China se han detectado varios casos de nuevos positivos entre otras personas declaradas como curadas con anterioridad. En Cantón, al sureste del país, un estudio aclaró que el 14% de los casos volvían a dar positivo.
Estas reinfecciones han provocado que las autoridades de Wuhan, foco en el que se originó la epidemia, ordenen a los enfermos que reciban el alta pasar una cuarentena de catorce días en un centro habilitado.
Los expertos, por su parte, barajan varias posibilidades para explicar este receso: puede que en el cuerpo del afectado haya quedado una cantidad de virus, insuficiente para las pruebas, pero bastante para volver a reproducirse y dar positivo si el organismo no consigue desarrollar anticuerpos en cantidades adecuadas, lo que puede permitir una segunda infección de fuentes externas.
"Es una pauta que se ha dado en brotes de otras enfermedades", remarca una profesora de Epidemiología Estadística Christl Donnelly, del Imperial College London y la Universidad de Oxford. Ya ocurrió con el Ébola en África Occidental entre 2013 y 2016, hubo casos en los que se registraban recaídas. "También es posible que ocurra como en el caso del herpes zóster, consecuencia de una infección anterior con el virus de la varicela, en el que el virus quede latente en alguna parte del cuerpo".
Sin embargo, el problema llega porque se desconoce si estas personas podrían infectar a otros posteriormente, lo que los convertiría en una fuente potencial de infección.
Las pruebas que lo determinan
Por otra parte, la Comisión Nacional de la Salud en China ha declarado que los primeros exámenes a los pacientes no son infecciosos. No obstante, se sospecha que algunas pruebas no se hayan hecho correctamente o que se hayan hecho correctamente, pero se hayan arrojado falsos negativos. El caso del doctor Li Wenliang ya dio la alarma: murió el 6 de febrero a causa del virus, y dio negativo en varias ocasiones antes de que se confirmara su infección.
Por otra parte, el subdirector del centro de enfermedades infecciosas del Hospital de China Occidental explicó que los médicos toman muestras de nariz y garganta para determinar si un paciente está infectado o no con coronavirus. Los pacientes tienen que dar negativo, no padecer síntomas y sus pulmones no deben tener anormalidades para que puedan ser dados de alta.
Por otro lado, en Japón dan el alta a un enfermo después de que de negativo en una prueba efectuada 48 horas después de dejar de padecer los síntomas, solo si el resultado coincide con el de un examen similar 12 horas después.
No obstante, el subdirector del Centro para el Control y Prevención de enfermedades en Cantón, Song Tie, aseguró que ninguno de los pacientes infectados por segunda vez parece haber contagiado a otras personas. "Entendemos que después de que alguien haya sido infectado por este virus, producirá anticuerpos, y después de que se hayan producido, no será contagioso".