El líder de Más Madrid, Íñigo Errejón, se encuentra preparando la lista que su partido presentará a las elecciones generales y que, previsiblemente, solo se podrá votar en la Comunidad de Madrid o en las provincias con mayor número de representantes.
Con ello, Errejón busca no recibir las culpas por fragmentar el voto progresista, sentar las bases para una futura formación nacional y crear unas estructuras sólidas de partido desde su papel en la Asamblea de Madrid. Pero el partido ya se está extendiendo sobre todo en Cataluña, Andalucía y entre movimientos ecologistas o federalistas, con Tania Sánchez como principal embajadora, tal y como relata el diario Vozpópuli.
Carmena, al igual que hizo en su repetición al Ayuntamiento de Madrid, descarta por el momento aspirar a la presidencia del Gobierno por el partido de ErrejónLa presión sobre ella crece, sobre todo desde Errejón y su antiguo equipo de gobierno. Su entorno dice que quiere volver a la política institucional
Pero la aventura que Errejón prepara para los próximos comicios del 10 de noviembre tiene una cara visible: Manuela Carmena. La exalcaldesa de Madrid ya ha sido tentada por el PSOE (Pedro Sánchez llegó a ofrecerle un ministerio y un puesto como defensora del pueblo antes de la investidura fallida) y Carmena, ahora, no rechaza volver a la política. De hecho, las personas que formaron parte de su gobierno en el Ayuntamiento de Madrid la están animando, con especial mención al exconcejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, ex de Podemos
Las conveniencias de Carmena son varias. Primero, que encarna las críticas que Errejón realizó a Podemos cuando abandonó el barco, como el abandono de la transversalidad. Además, ese papel de la exregidora es un valor seguro de cara a conseguir representación en el Congreso y evidenciar cómo actuaría un Más Madrid nacional tras el fallo de la presente legislatura.
Al menos un 50% de fuga de votos en la plaza donde se presentan Iglesias y Montero
La sangría que Manuela Carmena podría generar en Unidas Podemos es bastante considerable, según los datos que maneja la formación de Íñigo Errejón: calculan que podría arrebatar, al menos, un 50% de los apoyos electorales en los que se sustenta Pablo Iglesias.
No hay que olvidar que el sector de Pablo Iglesias siempre presenta en la capital a sus hombres fuertes, entre ellos al propio candidato y la de su número dos Irene Montero. Y nadie puede olvidar que Errejón estuvo a punto de dejar a la candidata morada a la Asamblea de Madrid, Isabel Serra, al borde de la representación, mientras que Más Madrid disfrutó con holgura de 20 escaños.
A todo ello se suma la buena relación que Manuela Carmena mantiene con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, líder de una de las confluencias de la formación morada (En Comú). Es de sobra conocido que Errejón quiere sumar a las confluencias del resto del país, en especial al Compromís de Mónica Oltra, con quien ya tiene todo el trabajo hecho.
También de cara a la investidura, Carmena guarda muy buenas relaciones con Pedro Sánchez, lo que facilitaría enormemente las negociaciones después de que Iglesias y el actual presidente del Gobierno no hayan sido capaces de firmar un acuerdo. De hecho, el líder socialista configuró la lista al Ayuntamiento de Madrid con el objetivo de pactar un ejecutivo local con Carmena, nunca con las intenciones de alcanzar el bastón de mando en la capital.