La reciente muerte de Carmen Franco, hija del dictador Francisco Franco, deja una gran herencia a la que presumiblemente accederán los nietos del dictador. Entre los bienes se encuentran varios inmuebles, participaciones en sociedades e importantes cuentas corrientes.
La mayor parte del patrimonio de Carmen forma parte de la herencia que le dej´o el propio dictador. Su buena gestión del dinero le sirvió para multiplicar los ingresos y amasar una gran fortuna de la que ha disfrutado durante sus últimos años de vida.
Los datos concretos del dinero acumulado son difíciles de calcular. Sin embargo, existen estimaciones como la realizada por el periodista y escritor Mariano Sánchez en su libro 'Los Franco S.A.', en el que se habla de un montante de entre 500 y 600 millones de euros.
La mayor parte de la suma de dinero procede del parqué inmobiliario que heredó de su padre. Una gran cantidad de viviendas que ha quedado en manos de diversos miembros del clan Franco.
Importantes sociedades e inversiones
Con el fin de administrar todo su dinero, 'Nenuca' -como acostumbraba a llamarla su padre- creó dos sociedades en las que figura, en conjunto, un total de 38 millones de euros, según el registro mercantil.
La primera sociedad registrada es Fiolasa S.L.U., creada en el año 2002 con fines de gestión patrimonial. Su capital inicial fue de 9,6 millones de euros que han ido creciendo con el paso de los años. Por ejemplo, este año ha terminado con beneficios de 120.044 euros, a pesar que no ha registrado oficialmente ninguna facturación. Actualmente cuenta con un capital de casi 20,5 millones de euros.
La segunda sociedad es Sargo Consulting S.L., que aparece en el registro oficial con fines de asesoramiento económico. La empresa se creó también en 2002 cn un capital de 9,6 millones. El año siguiente ya contaba con 11,2 y podría estar encaminada a la gestión de su patrimonio.
Propiedades
A estas importantes sumas de dinero, se suma la gran cartera de inmuebles con la que contaba la hija del dictador Franco. Entre ellos, el Pazo de Meirás o el palacio de Cornide en pleno barrio viejo de A Coruña.
Pero la gran fortuna residía en un edificio señorial del barrio de Salamanca, la zona más cotizada de la capital. En el número ocho de la calle Hermanos Bécquer, la nietísima contaba con todos los sótanos, la planta baja, cinco pisos altos y áticos.
A ello se une la gran finca del conde de Romanones, una superficie de 3,3 millones de metros cuadrados. Una porción del terreno iba a ser vendida a un fondo de inversión para construir una urbanización de lujo, aunque el proyecto se canceló con el estallido de la burbuja inmobiliaria. El valor de estos terrenos es realmente incalculable.
Por último, Carmen Franco contaba con un gran chalé en la urbanización Los Monteros de Marbella, que recibió como regalo de bodas por parte de un constructor de la Costa del Sol. Un edificio en el que veraneó durante todos los años en los que no quiso viajar al Pazo de Meirás de Galicia.
Toda esta fortuna, heredada desde el final de la dictadura y amasada en la época en la que Franco gobernaba España con puño de hierro; pasará ahora a los descendientes de la hija de Franco, que podrán repartirse esta suculenta suma de dinero y patrimonio de valor incalculable.
