Inge Ginsberg tiene 96 años y sobrevivió al holocausto nazi, todo un hito teniendo en cuenta que Hitler y sus secuaces asesinaron a más de 6 millones de personas. Pero esta mujer no es noticia por este hecho, sino porque a su edad ha conseguido cumplir uno de sus sueños: ser una estrella del heavy metal. Aunque sí, que haya sido una superviviente tiene mucho que ver con que la periodista del New York Times Leah Galant se haya interesado por su historia y nos la haya contado en un reportaje. Eso sí, el trabajo no le supuso ningún esfuerzo, según cuenta, porque estuvo charlando con ella durante dos horas y ese tiempo le pareció como si "estuviese visitando a mi abuela: tomando un te con un trozo de salmón y un poco de queso crema".
Esta longeva cantate de heavy metal nació en Austria poco antes de que estallase la Segunda Guerra Mundial, pero su familia consiguó huir de la masacre y se establecieron en un campo de refugiados de Suiza. Tras vivir en Suiza, se mudó a Estados Unidos junto con su marido Otto Kollman, y ella comenzó a componer canciones para las estrellas de aquella época como Nat King Cole, Doris Day o Dean Martin. Pero parece ser que eso no la llenaba del todo porque lo suyo era cantar, así que después de pasar años y años escribiendo letras de canciones y poesía quiso probar suerte y hacer lo que siempre había querido.
La abuela del metal
No fue fácil paa Ginsberg encontrar su lugar en la música. No tenía claro "cómo llegar a la audiencia", explica en el citado medio, porque pensaba que a sus 93 años nadie le iba a hacer caso, pero descubrió el death metal, género musical en el que puedes gritar las letras en lugar de cantarlas. Así que decidió hacerse metalera y gritar al mundo lo que tenía que decir.
Leah Galant describe esta historia como "la historia de una mujer que está encontrando nuevas formas de ser escuchada" y por eso y porque sus abuelos también escaparon de la guerra y se refugiaron en Estados Unidos, ha decidido hacer un documental sobre Inge Ginsberg, 'La abuela del Death metal'.