Madrid Central no se creó en vano. El plan puesto en marcha durante el mandato de la ex alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, se ha constituido como la zona de bajas emisiones europea que más NO2 reduce. Así lo ha reflejado un estudio elaborado por la federación de asociaciones ecologistas europeas 'Transport and Environment'. Dicho análisis ha cifrado esta reducción de dióxido de nitrógeno en un 32%, un dato referido a la única estación de medición que existe dentro del área de poco más de 4,7 kilómetros cuadrados afectados por las restricciones de tráfico.
El informe recibe el título de 'Low-Emission Zones are a success but they must now move to zero-emission mobility' y ha sido adelantado por El País. En él se explica que todas las pruebas científicas demuestran que las zonas de bajas emisiones reducen efectivamente la polución del aire, y que la rebaja más significativa observada en lo que a NO2 se refiere, tiene a la Área de Prioridad Residencial (APR) del distrito Centro como protagonista.
Cabe recordar que Madrid Central estuvo en peligro tras la toma de posesión del Ayuntamiento por parte de José Luis Martínez-Almeida, ya que el líder del PP centró sus primeros esfuerzos en intentar suspender el plan. Tras la polémica, la justicia se lo impidió y el programa siguió funcionando con normalidad.
Las claves del éxito de Madrid Central
En el texto del estudio se detalla que la mayor concienciación de los problemas que se asocian a la contaminación han hecho que "las ciudades de toda Europa hayan introducido o endurecido las zonas de bajas emisiones". Así se ha demostrado con todas las áreas de restricciones al tráfico de vehículos diésel y gasolina adoptadas en más de 250 ciudades europeas. Igualmente, en este informe también se recuerda que la contaminación "disminuye la esperanza de vida de todos los europeos en un promedio de casi un año". Y se cita la encuesta elaborada a finales de 2018, con la que Transport and Environment descubrió que un 67% de los ciudadanos europeos defendían la implantación de estas zonas de bajas emisiones.
Ecologistas en Acción ha explicado las claves del éxito de Madrid Central, que no se desarrollan en el informe. Ellos resaltan que la principal razón de la eficacia del caso madrileño es que en esta zona solo los vehículos con etiqueta cero emisiones pueden entrar y aparcar libremente, mientras que el resto cuenta con restricciones para aparcar o transitar (salvo excepciones). Esto hace que la mayoría de los vehículos diésel y gasolina no pueden aparcar en superficie dentro de Madrid Central, lo que provoca un efecto disuasorio también para la circulación.
Un informe de la federación europea Transport & Environment, de la que formamos parte Ecologistas en Acción, clasifica a Madrid Central como la Zona de Bajas Emisiones más eficiente de Europa. ???? https://t.co/uhISLtdbud#MadridCentralSeQuedapic.twitter.com/Fe5bRa1tRT
— Ecologistas en Acción (@ecologistas) September 11, 2019
????? @Nuriablazs (coordinadora de Transporte de Ecologistas en Acción): "A la vista de los resultados del informe de @transenv, es evidente que Madrid Central funciona muy bien. Si el Ayuntamiento de @Madrid quiere mejorarlo, debería pensar en ampliarlo". #MadridCentralSeQuedapic.twitter.com/58H3YHftIw
— Ecologistas en Acción (@ecologistas) September 11, 2019
Pero el informe sí hace hincapié en que el diseño de estas zonas es clave "para la eficacia" de las medidas anticontaminación. Así se recuerda que ni Madrid ni el resto de las principales ciudades de la UE han logrado todavía cumplir con la directiva europea que fija los límites de polución. De hecho, la Comisión Europea reconoce ese incumplimiento "contumaz" y está llevando ante la justicia a los miembros de la UE. España ya fue demandada en julio por Bruselas y el detonante fue el plan del Ayuntamiento de Madrid, gobernado por PP y Ciudadanos gracias al apoyo de VOX, de dejar en suspenso la zona de bajas emisiones de la capital.
Más restrictivos todavía
Fue José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, quien impulsó una moratoria de multas de tres meses con la intención de "revisar" el sistema. Con este anuncio, realizado el 17 de junio de 2019, se provocó un alza automática de los niveles de contaminación, que los ecologistas bautizaron como el efecto Almeida. Pero tan solo cinco días después de aplicarla los jueces paralizaron esta decisión, por lo que las multas se han seguido aplicando desde entonces. Tras la polémica, Almeida se comprometió a presentar un plan "más completo" para luchar contra la contaminación, y quería hacerlo durante el mes de septiembre, pero todavía no ha avanzado ninguna de las novedades que se propone implantar.
Tanto Madrid Central como el resto de medidas en toda la UE contra la contaminación deben acelerarse. El estudio confirma que las zonas de bajas emisiones deberán transformarse de manera gradual en zonas de emisiones cero, es decir, áreas en las que no puedan entrar los vehículos de combustión. Para ello, el mismo análisis apuesta por "políticas complementarias" al margen de las restricciones de acceso que traten de incentivar que los ciudadanos caminen o vayan en bicicleta, y que ayuden también a la electrificación de todos los tipos de vehículos. Una de sus mayores propuestas pasa por la eliminación por completo de los motores de combustión para mediados de la década de 2030.