La inflación de los precios de los alimentos ha afectado al bolsillo de todas las familias. Y, a pesar de que se está produciendo una desescalada en el momento actual, las cadenas están registrando un fuerte crecimiento de los márgenes de beneficio que contrasta con la senda decreciente del IPC de los alimentos.
Una diferencia que muestra cómo los márgenes de las grandes cadenas de distribución se está disparando, de modo que sus beneficios se multiplican en un contexto de precios por encima de la media tradicional.
El Observatorio de Márgenes Empresariales del Gobierno de España monitoriza los beneficios de las empresas mientras se debate esta cuestión y ha llegado a una conclusión clara: las grandes cadenas de distribución alimentaria han disparado sus márgenes de beneficio hasta cotas que rozan máximos históricos desde que se registran los datos en la Agencia Tributaria, en 2009.
Este marge se ha situado en el 12,16% en el segundo trimestre de 2024, más de un punto y medio por encima de los tres primeros meses del año, cuando alcanzó el 10,62% y muy lejos del 8,22% del mismo período en 2023. El organismo estima que dicho margen se cerrará este año en el 12,65%, siendo la mayor tasa anual de toda la serie.
En desescalada
En todo caso, la inflación de los alimentos parece haber alcanzado su culmen y registra una senda descendente después de dos años y medio de escalada. En julio, el IPC de los alimentos recortó la tasa anual hasta el 3,1%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
A pesar de todo, los consumidores apenas notan la mejora en el bolsillo. La rebaja del IVA ha tenido un efecto limitado, mientras que los supermercados han trasladado las subidas de los costes a los precios finales, de modo que sus márgenes se han disparado sustancialmente.
Por su parte, los supermercados defienden que sus márgenes de beneficio son inferiores al 5% y que en muchos casos se sitúan en el 2%, pero la realidad es que los datos de beneficio son récord desde que estalló la crisis inflacionaria derivada de la guerra en Ucrania.
En este escenario, el Gobierno vigila la evolución de los beneficios de las empresas del sector, especialmente desde que se aplicó la rebaja del IVA de los alimentos básicos en 2023.
