El Ministerio de Industria está trabajando para lanzar el piloto de su proyecto de semana laboral de cuatro días antes de finalizar el año 2022. La ministra, Reyes Maroto, ha firmado la orden para abrir el concurso en el que se repartirán las ayudas, que se publicará a lo largo de la actual semana.
Esta será la primera experiencia en la que se llevará a cabo un proyecto de semana laboral de cuatro días a nivel nacional, después de que la Generalitat Valenciana haya desarrollado desde hace casi dos años su propio proyecto a nivel autonómico.
España desarrolla, de esta forma, su propio plan y se posiciona junto a otras naciones europeas, como Reino Unido, que lanzó su plan en 2022 para 70 empresas, al nivel de nuestro país, o Portugal, que está realizando las pruebas desde el sector público.
La propuesta española, mientras tanto, defiende con mejor garantías al trabajador, porque contempla los recortes en el horario laboral sin que conlleve una reducción de salarios ni alargamientos de jornada en el resto del tiempo, algo que por ejemplo no se contempla en otros países. Bélgica, por ejemplo, ha aprobado la posibilidad de trabajar cuatro días, pero concentra las horas en el resto de días laborables.
La ministra de Industria, Reyes Maroto, está perfilando este plan, que nace tras la negociación de los Presupuestos Generales del Estado y desde que Más País hiciera bandera de la semana laboral de cuatro días durante aquellas jornadas.
Jornada de cuatro días
El plan se ha presupuestado en 10 millones de euros y se contemplan ayudas de hasta 150.000 euros para las empresas que se acojan, para compensar los costes salariales. En este caso, se puede contratar a más gente que pueda cubrir las horas que se vayan a dejar de hacer por parte del resto de la plantilla o bien para fichar a perfiles que permitan reorganizarse internamente para trabajar menos.
Además de la transferencia para cubrir costes salariales, las bases de la convocatoria contemplan otras ayudas para costear la formación de los trabajadores, mejorar su productividad y auditorías internas para evaluar el éxito o fracaso de las medidas.
La reorganización de los procesos de trabajo es vital en las experiencias de otros países para la correcta implementación de la semana laboral de cuatro días. De esta forma, se eliminan los tiempos muertos y mejora el tramo de trabajo y eficiencia en los restantes, que permitan trabajar menos y que ello no implique un mayor estrés y quemazón en las plantillas.
Las ayudas se repartirán bajo los criterios de concurrencia competitiva. Quienes se sitúen primero para recibirlas y puedan acreditar cumplir con todos los requisitos, se incorporarán al piloto. Una vez se agote el presupuesto, los siguientes se quedarán fuera.
Las pymes se comprometen a implementar la semana laboral de cuatro días entre sus plantillas durante un tiempo mínimo de dos años. Las mejoras de productividad que sostenga la reducción de jornada deben estar en marcha durante el plazo de un año. Cuando haya finalizado el programa piloto, el Ministerio de Industria irá recopilando los datos, realizará un informe y evaluará los resultados.