El comercio online es, sin duda, la vía por la que están optando la mayoría de firmas del sector textil en sus planes de reconversión para garantizar su futura viabilidad. Sin embargo, en este mundo hay un quebradero de cabeza: las devoluciones. De hecho, los expertos calculan que una de cada tres compras realizadas a través de internet son devueltas a su vendedor.
Inditex ha decidido dar un paso adelante en este sentido y tratar de acotar las devoluciones que se producen tras las compras a través de su canal online. La multinacional gallega ha impuesto en su buque insignia, Zara, una cuota fija de 1,95 euros para aquellas devoluciones realizadas a domicilio o en un punto de recogida.
Se trata de un importe que se descontará directamente del dinero de las prendas devueltas. Las que se hagan a través de las tiendas de Zara, por el contrario, seguirán siendo completamente gratuitas. Se trata de una prueba que arrancará en treinta mercados, entre los que por ahora no se encuentra España.
El proyecto comenzó a testarse el pasado mes de octubre y ha ido incorporándose poco a poco a nuevos países, con el objetivo de extenderse cada vez a más mercados. Los últimos en sumarse a la lista han sido Alemania, Reino Unido e Irlanda.
Las medidas que ha adoptado la competencia
El reto de las devoluciones en el mercado electrónico supone un dilema para las empresas que se dedican al mundo del comercio online. Pero hay cierto consenso en que las devoluciones gratuitas no son sostenibles, al menos, a nivel generalizado.
Amazon, por ejemplo, ha optado por restringir o directamente cerrar aquellas cuentas de clientes que presenten un índice muy alto de devoluciones a lo largo de un corto período de tiempo.
Otras compañías, como Zalando, Uniqlo o Next, por su parte, apuestan por aplicar un coste adicional a sus clientes para desincentivar que devuelvan los productos que han adquirido a través de internet.