La crisis del coronavirus ha golpeado con dureza al Grupo Inditex, hasta el punto de que ha sufrido pérdidas en el primer trimestre por primera vez en su historia. La dueña de Zara se prepara para cerrar definitivamente varias tiendas de su grupo y esta medida afecta a todas sus marcas, incluidas Pull & Bear, Bershka, Stradivarius o Massimo Dutti. Este proceso de cierres se ejecutará a lo largo de lo que resta del año 2020 y el próximo 2021, como posteriormente detallaremos.
El grupo ha tenido un beneficio neto negativo de 409 millones de euros entre los meses de febrero y abril, íntimamente relacionado con la crisis sanitaria. Las ventas también han registrado una caída histórica, ya que la facturación ha caído un 44,3% respecto al mismo período del año pasado, con 3.303 millones de euros durante los meses citados.
A nivel, global, Inditex solo ha podido abrir 965 tiendas en todo el mundo, cuando mantiene 7.412 repartidas por todo el mundo. La compañía confía en poder abrir todos sus establecimientos a finales de junio, a medida que cada país vaya abriendo sus propios confinamientos.
Inditex ha sido una de las pocas firmas que ha podido sortear el ERTE y de las que pagarán dividendos a sus accionistas en este ejercicio, en concreto 0,35 euros, lo que supone una caída del 60% respecto al año anterior.
Cierre de tiendas en 2020 y 2021
Sin embargo, el plan que ahora maneja la compañía se basa en los recortes: Inditex se prepara para reducir su superficie comercial y, de manera paralela, potenciar su canal online con el objetivo de dirigirse al consumidor posterior a la pandemia.
La compañía ya había diseñado un plan a medio plazo que incluía esta revisión de su superficie comercial, pero ahora se adelanta ante las circunstancias: se aplicará a lo largo de lo que resta del año 2020, además del próximo 2021.
El baremo afectará especialmente a las tiendas pequeñas, aquellas cuya facturación se puede cubrir en el canal online, además de aquellas con un valor contable menor de 260.000 euros. Con estos datos, el grupo cifra entre 1.000 y 1.200 las tiendas que bajarán la persiana durante los próximos meses.
Por marcas, esta redistribución afectará de la siguiente forma: 250-300 de Zara; 140-165 de Pull&Bear; 135-160 de Bershka; 110-130 de Stradivarius; 145-175 de Oysho; 100-120 de Zara Home; 110-135 de Massimo Dutti; y entre 10-15 de Uterqüe.
A pesar de las circunstancias, el presidente de Inditex, Pablo Isla, asegura que los establecimientos que se cerrarán son "rentables", pero que no se adaptan a la imagen que la compañía quiere transmitir en un futuro.
"Pensamos a largo plazo", destaca Pablo Isla. Lo cierto es que el retail se dirige hacia un mundo con menos tiendas, que estarán situadas en lugares más emblemáticos y que se enfocarán hacia la muestra del producto antes que a la compra en sí, que se podrá realizar a través de internet.
Esta especie de apocalipsis retail, donde el comercio digital destruye el comercio físico, es una tendencia que empieza a consolidarse pero que pone en riesgo muchos puestos de trabajo.