Una nueva ola de indignación recorre Estados Unidos después de salir a la luz otro caso de violencia policial contra una niña negra de tan solo nueve años. Las imágenes de la detención, recogidas por las cámaras de los propios agentes, no han dejado a nadie indiferente y es que la menor no solo es esposada con violencia, sino que además es rociada con gas pimienta.
Los hechos han tenido lugar en Rochester, en el noreste del país. Los agentes acudieron al lugar de los hechos tras recibir una llamada en las que les avisaban de que se habían producido "problemas familiares". En las imágenes se ve como la pequeña se resiste, llora desconsolada, grita y patalea mientras llama desesperada a su padre. Es entonces cuando la policía no duda en sujetarle la cabeza contra la nieve para ponerle las esposas.
A continuación, los agentes tratan de meterla en el coche, pero la pequeña, nerviosa, se resiste. "No iré a ninguna parte. Quiero a mi papá (...) no subiré a ningún auto hasta que vea a mi papá", grita la menor. Hasta sete agentes se desplazaron para detener a la menor y uno de ellos optó por sacar un bote de gas pimienta y rociar la cara de la niña.
Rochester, NY: Police pepper spray a handcuffed 9 year old Black girl. The girl is clearly distressed and says "i want my dad." The female officer threatens pepper spray and the male officer says "just pepper spray her at this point" pic.twitter.com/xbkyIbajDv
— /r/2020PoliceBrutality (@r2020PB) February 1, 2021
Se ha abierto una investigación
La menor tuvo que ser trasladada a un hospital. Por su parte, los policías implicados han sido suspendidos mientras se investiga lo sucedido. Debido a este suceso, varias manifestaciones se han sucedido a lo largo de Rochester en repulsa de la violencia policial.
La policía de esa localidad del estado de Nueva York justificó su actuación alegando que la niña, cuya identidad no ha sido revelada, sufría una crisis mental y amenazaba con matar a su madre y suicidarse.
La jefa de Policía de Rochester, Cynthia Herriott-Sullivan, ha admitido en rueda de prensa que lo sucedido no es aceptable. "No voy a salir aquí y decirles que está bien que una niña de 9 años tenga que ser rociada con gas pimienta: no lo está", ha destacado. A su vez, la alcaldesa de Rochester, Lovely Warren, se ha mostrado "muy preocupada" por lo ocurrido y ordenó una investigación completa y exhaustiva del incidente, así como su revisión por parte de la junta de responsabilidad policial de la ciudad.