Las diferencias entre ERC y Puigdemont ya son insalvables. El rechazo de ERC a permitir el voto delegado de los políticos en prisión y fugados, algo que ya prohibió el TC y advirtieron los letrados del Parlament, ha dejado al bloque soberanista sin mayoría absoluta.
La mejor escenificación de este nuevo panorama se ha dibujado este martes 9 de octubre. La votación que reivindicaba la autodeterminación de Cataluña, planteada por la CUP, se quedó con 65 votos a favor (JxCat y ERC) y 65 en contra. Hubo que repetir hasta en tres ocasiones, pero ante la sucesión de iguales resultados, se dio por denegada. Y no ha sido la única: una moción posterior planteaba la reprobación del Rey y la abolición de la monarquía. Y sí, el Parlament también la ha rechazado.
El Parlament ha rechazado reivindicar la autodeterminación de Cataluña, la abolición de la monarquía y la repobación del Rey
El único punto que sí se ha aprobado es la reivindicación de un referéndum pactado con el Gobierno central, gracias a que Catalunya En Comú Podem ha apoyado este texto. En la propuesta, por cierto, no aparecía ninguna mención al ultimátum que realizó Torra a Sánchez y que pilló por sorpresa a los republicanos desde el primer momento.
El procés se acaba
Si todo continúa como hasta el momento, podríamos concluir que el procés, al menos tal y como lo conocemos, se encuentra en sus horas finales. Las diferencias entre los acólitos de Puigdemont y ERC junto al PDeCAT son insalvables y dificulta continuar por el camino que se ha seguido hasta el momento.
La mayor parte del soberanismo apuesta por dejar la vía independentista en un segundo plano y, como dijo Junqueras, "exprimir al máximo el autogobierno del que disponemos para demostrar que no necesitamos al Gobierno de España". Es decir, conseguir aglutinar a una mayoría consistente y superior al 47% obtenido en las últimas elecciones autonómicas.
Este punto, junto al desconcierto del órdago de Torra a Sánchez, provoca que ERC haya perdido totalmente la confianza en Quim Torra. Y una situación tan crítica no puede desembocar en la nada...
Las dos vías que se plantean a partir de ahora
Los republicanos continúan siendo fundamentales, por lo que quedan dos vías. Primero, la convocatoria de unas nuevas elecciones autonómicas, las terceras en tres años y con el precedente de la victoria de Inés Arrimadas.
Por otro, que Quim Torra ceda ante ERC y fuerce la dimisión de Puigdemont y el resto de fugados para 'correr la lista' y elegir a personas que se encuentren en la posición de acudir a los plenos del Parlament.
Sin embargo, la nueva Crida per la República que ya cocina el expresident bajo el fuego de Torra, cuenta con pocas posibilidades si actúa de manera unilateral y dejando de lado al resto del arco independentista.
Nadie quiere quedar en una posición política marginal y, menos, teniendo que vivir en el extranjero por mantener cuentas pendientes con la Justicia. Todo ello, podría mostrar este cambio de cartas. Pero, ¿cómo vendería Puigdemont una decisión de estas características a sus votantes? La incertidumbre es máxima.