El desafío independentista de Cataluña ha desatado la fiebre en toda España y ha puesto en el foco ideas muy surrealistas. Primero fue la convocatoria de un referéndum para convertir a Froilán, el nietísimo borbónico, en Rey de un supuesto Reino de Galicia. Ahora, la Asamblea Nacional Andaluza (ANA), impulsada por Pedro Ignacio Altamirano, un escritor y pintor español, pretende crear los "Países Andaluces" uniendo la comunidad autónoma de Andalucía con Murcia, Alicante y regiones de Portugal y Marruecos tras declarar la independencia el próximo 4 de diciembre.
Sí, no es ninguna broma. Andalucía -o al menos este señor y su organización- quiere recuperar su pasado glorioso y levantar un nuevo imperio de la nada. No sería nada extraño que comenzáramos a ver en los telediarios comunidades de vecinos que se declaran en rebeldía y se quieren independizar de España. Incluso viviendas particulares dentro de esas comunidades de vecinos que se independizan de la independizada comunidad de vecinos. Y, si se riza más el rizo, aflorarán declaraciones de independencia dentro del propio hogar. Habitaciones con su propia Constitución.
La República Federal Andaluza
Altamirano no se conforma con declarar la independencia de Andalucía el próximo 4 de diciembre. No, no. Según este escritor, el sentimiento de un nuevo país debe abarcar Murcia, Alicante, el Algarve de Portugal y el Rif de Marruecos. Eso sí, no pretende iniciar una guerra. Demasiado costoso para su bolsillo. Todo se desarrollará por la vía pacífica, incluso la anexión de Murcia. ¿Murcia? Sí, Murcia. Estos territorios conformarán una nueva república denominada los "Países Andaluces" con capital en Sevilla.
Este escritor y poeta español es hijo de un dirigente franquista que profesaba pleitesía al PSOE y, tras acabar descontento con sus políticas, se radicalizó y se convirtió en un independentista. Es decir, ha digievolucionado tanto que según el pie con el que se despierte te canta el 'Cara al sol' o 'Els segadors'.
En comparación con este resurgido independentista, Puigdemont llega varias décadas tarde. Altamirano ya era un rupturista desde tiempos de la Transición. Para llevar a cabo su propósito ha fundado el partido independentista 'Somos Andaluces'. Y, además, impulsado por la ola del procés catalán, ha lanzado un manifiesto que ha sido publicado en El Plural:
"Catalunya es una nación que siempre ha sabido acoger a las decenas de miles de andaluces que, obligados por la pobreza endémica andaluza, mantenida y sostenida en el tiempo por los gobiernos centrales de España, tanto en el franquismo, como en la democracia en manos del PSOE, no tuvieron más remedio que dejar Andalucía para poder garantizar el futuro de sus hijos. Por ello, en estos momentos en los que el pueblo de Catalunya se moviliza por un derecho tan básico, como es el poder votar y decidir sobre su futuro, los andaluces no podemos permanecer al margen", declaraba Altamirano.
Andalucía es la primera nación de Europa
Altamirano asegura en sus declaraciones ante los medios que Andalucía es la primera realidad conocida en Europa como una nación. Declara que desde hace 3.500 años, con el primer rey de los Tartessos, ya se constituyó su identidad. Además, resalta que durante la expansión romana, "fue la única provincia con permiso de acuñar moneda y tener hacienda propia", dejando claro que durante siglos Andalucía tuvo siempre un estatus propio dentro de todos los reinos en los que convivió.
Asimismo, utiliza la independencia del califato de Córdoba durante ocho siglos para dar veracidad a sus argumentos. "¿Que si somos una nación? ¡Pero si ahora nos independizamos será la tercera vez! Ya tenemos experiencia", aclama el escritor ante las preguntas de un periodista.
Este poeta español asegura que los Reyes Católicos masacraron a los andaluces y que en la actualidad todos los habitantes de esta comunidad autónoma son descendientes de los castellanos que ocuparon sus ciudades. Es decir, Altamirano quiere declarar la independencia de una zona geográfica que, en realidad, está ocupada por los hijos de aquellos que la conquistaron siglos atrás. Parece tan lógico como su digievolución.
4 de diciembre comienza un "gobierno virtual"
El próximo mes de diciembre. El día 4. Es la fecha seleccionada para sacar a la calle entre 300.000 y 400.000 personas, según Altamirano. Hay que reconocer que, al menos, aspiraciones tiene.
La Asamblea Nacional Andaluza será la encargada de impulsar estas grandes movilizaciones. Cuenta, eso sí, con la ayuda de sus 2.000 afiliados. ¡2.000 personas creen en la posibilidad de un nuevo Imperio Andaluz! Son más incluso que los fascistas concentrados en la plaza de Cibeles de Madrid cantando el 'Cara al Sol' rodeados de banderas preconstitucionales para rechazar el referéndum catalán del 1 de octubre. Todo un desafío a las instituciones democráticas. Rajoy no tendrá más remedio que declarar el estado de sitio en el feudo socialista reinado por Susana Díaz.
Tras esta declaración de independencia, llega "el gobierno virtual" de Altamirano. Sí, nada de hacer sombra a la Junta de Andalucía. Se pondrá en marcha un gobierno para que los andaluces "comiencen a tener conciencia del cambio necesario". Es decir, el escritor se queda a la espera del desenlace final entre Puigdemont y su declaración unilateral de independencia. No vaya a ser que, en un futuro no muy lejano, ambos sean compañeros de celda de prisión.
"Si el corredor mediterráneo funcionara, la confederación de los Países Catalanes y Andalucía se convertiría en un polo económico de primer orden. Nos situaría a la cabeza de Europa. Este es el miedo de Madrid: que Madrid vuelva a ser villa. Con los grandes puertos catalanes y andaluces, imagínate qué se crearía", asegura el escritor y pintor español. Toda una amenaza al orden constitucional y democrático implantado desde la capital del Reino de España.
En este vídeo se puede observar la solidaridad de los independentistas andaluces con los catalanes:
¿Cederá Rajoy a las pretensiones de este alocado personaje? ¿Enviará a las tropas Cospedal? ¿Pedirá Puigdemont la anexión de los Países Andaluces a los Países Catalanes? La respuesta, en el próximo capítulo de la fiebre independentista española.