En la mañana del lunes 20 de enero se ha celebrado una reunión de última hora entre el acusado por la muerte del pequeño Julen y los padres del menor. Ambas partes se han citado con la Fiscalía en la Ciudad de la Justicia de Málaga para llegar a un acuerdo según el cual David Serrano, propietario del pozo donde cayó el niño, aceptará pagar a la familia una indemnización que ascendería a los 180.000 euros con la condición de ser imputado a un año de cárcel en lugar de los tres años y medio que solicitaban los padres.
La vista estaba prevista para el próximo martes 21 de enero, día en el que David Serrano iba a sentarse como único imputado por el caso Julen e iba a ser juzgado por homicidio imprudente grave. Se le atribuye este delito por causar la muerte del pequeño de dos años el pasado 13 de enero de 2019 durante una comida con él y sus padres. El niño cayó por el pozo que él mismo encargó cavar en su terreno con una profundidad de 110 metros, según la Fiscalía. Además, se encontraba en ese momento sin sellar.
El Ministerio Fiscal ha aceptado el pacto y solo queda que la confirmación por parte de la jueza titular del Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga, Elena Sancho, quien lleva el caso.Si presentan el acuerdo, el magistrado preguntará al acusado si acepta dicho acuerdo. Según han explicado fuentes del Tribunal Supremo de Justicia de Andalucía, en caso afirmativo, el juez fijará la pena conforme a los términos del acuerdo.
De esta manera, el acusado, se declararía como culpable de un delito de homicidio impruedente. Los padres pedían para él medio año más que la Fiscalía, en total tres años y medio. Serrano ya ha abonado los primeros 25.000 euros para alcanzar así el acuerdo. Además, le obligan a pagar el total del coste del operativo que se encargó de rescatar a Julen, el cual estuvo durante 13 días en la finca hasta que lograron sacarlo del pozo.
Según informó el periódico SUR de Málaga, ambas partes ya realizaron algunas tomas de contacto en el mes de octubre. En aquel momento el abogado de David Serrano propuso el acuerdo que se ha fijado, entonces la abogada de la defensa dijo que en el caso de aceptar estos términos, Serrano debería asumir el delito y realizar una petición de perdón.
La prospección no contaba con las licencias pertinentes
El agujero dónde cayó Julen era ilegal, puesto que no tenía las licencias necesarias. En el momento del accidente el hueco se encontraba con dos piedras a los lados, según declaró David Serrano. En una entrevista con diario El Español declaró que estaban colocadas con el objetivo de tapar el pozo, pero quedó un pequeño espacio por el que el niño se coló.
El pequeño se encontraba la mañana de su muerte con su familia, el acusado y su novia. David Serrano les había invitado a comer a su finca, después del mediodía el niño salió corriendo por una hilera que daba al pozo, según cuenta el propio acusado. Su padre y la novia de David fueron detrás de Julen y vieron cómo caía por el hueco, sin darles tiempo de reaccionar y poder llegar a tiempo para salvarle la vida.
El progenitor intentó aún así alcanzar al niño, pero le fue imposible puesto que el pozo tenía 110 metros de profundidad. Según los forenses el pequeño murió al instante, "pocos minutos después de la precipitación". La muerte fue causada por un traumatismo craneoencefálico y raquimedular derivado de la caída.
Inmediatamente después de que cayera en la prospección, se activó un amplio operativo formado por guardias civiles, ingenieros, bomberos, mineros de Asturias y Protección Civil. El país enteró se movilizó para rescatar a contrarreloj a Julen. 13 días después consiguieron rescatar el cuerpo sin vida.
