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Increpan a un niño con autismo severo en Torrevieja por ir a la playa con su perra de apoyo

El grupo llegó a increpar al menor cuando iba a bañarse, luego abandonó el lugar sin que la policía pudiera actuar.

Increpan a un niño con autismo severo en Torrevieja por ir a la playa con su perra de apoyo

Redacción

16 Julio 2021 18:42

Víctor, un joven de 15 años con Trastorno del Espectro Autista, ha sido increpado por un grupo de personas en una playa de Torrevieja (Alicante) cuando intentaba darse un baño junto a su perra de apoyo, Pam.

El menor había acudido a los arenales situados entre Cala Mosca y Punta Prima, cuando cerca de una docena de personas se acercaron a él gritándole con los brazos en alto para que no metiera al perro en el agua.

Un responsable de la Asociación de Padres de Alumnos con Necesidades Educativas Especiales (APANEE) de Torrevieja, explica al diario El Español que se trata de una zona en la que los animales no están permitidos, pero que los perros de apoyo, como sucede con Pam, tienen acceso a todos los lugares, con única excepción de los quirófanos.

Victoria, madre de Víctor, asegura que la experiencia les "amargó" la mañana y que, por ello, se vieron obligados a abandonar finalmente la playa. Después de abandonar la zona de baño, Victoria finalmente llamó a la policía, pero cuando los agentes llegaron para identificar a los responsables, ya se habían marchado.

Siguieron increpando pese a saber que su hijo sufría autismo

La madre de Víctor cuenta que el grupo siguió increpando al menor pese a que ella consiguió, a duras penas, explicar que sufría autismo. "Me llegaron a decir que eligiera entre mi hijo y la perra, con cierta sorna me dijeron que sentían mucho que mi hijo fuera autista", explica.

Al día siguiente, los tres quisieron volver a la playa para olvidar lo vivido la jornada anterior y disfrutar de una experiencia completamente diferente. Pero, sin embargo, cuando pisaron la arena, Víctor se dio media vuelta sin mediar palabra. Su madre explica que sufre autismo severo y que uno de los principales síntomas es la falta de habla.

Desde que Víctor nació no ha pronunciado ni una sola palabra. A pesar de ello, ha aprendido a comunicarse mediante gestos y uno de los pocos que ha pronunciado ha sido "Pam". Desde que se conocen, la conexión entre ambos ha sido extraordinaria. "El primer día ya se puso entre los pies de Víctor y ahí sigue", cuenta su madre.

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