Kevin Gendreau es un doctor estadounidense que a sus 31 años trabajaba en Fall River, un hospital de Massachussets. Por aquel entonces, le acompañaban sus 136 kilos. Pero estos no le llegaron a los 31: Kevin tenía 17 años cuando vio a su padre fallecer a causa del cáncer, cosa que le llevó al estrés y la ansiedad, que solo podía combatir a base de comida. "Básicamente comencé a anestesiarme mediante azúcar y carbohidratos procesados. Eran como un antidepresivo para mí, porque al fin y al cabo, cuando ingieres comida basura tu cerebro libera dopamina y aumenta la serotonina, hormonas que sirven para sentirte bien", declaró en Best Life.
Un nuevo golpe
En 2016 su hermana fue diagnosticada de cáncer de ovario con metástasis. Kevin declara que fue devastador y en aquel momento se dio cuenta de que mientras su hermana estaba luchando por seguir con vida, él estaba acabando con la suya poco a poco. Entonces decidió que debía cambiar.
Aunque desgraciadamente su hermana falleció en 2017 a los 32 años, Kevin comenzó con su dieta para estar más ágil y poder cuidar a sus sobrinos. En aquel momento abandonó la comida basura y comenzó una dieta basada en alimentos integrales, rica en frutas, verduras, nueces y proteínas. Se sirvió, además, de una aplicación que le servía para saber cuántas calorías consumía. Y así los kilos empezaron a desaparecer.
Estancamiento y ayuno intermitente
Logró bajar 30 kilos y su peso se estancó. En aquel momento decidió comenzar con el ayuno intermitente que le permitió perder el resto. El método más famoso es el 16:8, que hace que el páncreas regenere las células que regulan el azúcar en sangre. Generalmente, estos planes suelen establecerse para ayudar a combatir la diabetes, y la realidad es que su funcionamiento es muy simple: propone limitar el consumo de alimentos a solo ocho horas durante todo el día.
"Perder peso me curó de todas las maneras posibles". explica ahora con 82 kilos."El mejor consejo que puedo dar al respecto es que encuentres una motivación que te haga cambiar. Para mí, fue que mi hermana enfermase y necesitara a alguien que cuidase a sus hijos, pero podría haber sido cualquier cosa. Una vez que encuentras la razón y te comprometes, ya no puedes volver a mirar atrás", concluye, habiéndose convertido ya en todo un ejemplo a seguir.