Las pequeñas Anna y Olivia ya tienen una lugar permanente en la memoria de todos en Santa Cruz de Tenerife, que desde este martes 19 de octubre luce una escultura en su honor, con un mensaje que lanza un "no rotundo" a la violencia vicaria.
Al acto de descubrimiento de la escultura, encargada por la Fundación Diario de Avisos y realizada por el artista Julio nieto, cedida a la ciudad, ha asistido la madre de las pequeñas, Beatriz Zimmermann, que ha expresado su agradecimiento a todas las personas que se implicaron en la búsqueda de sus hijas.
Zimmermann también ha agradecido el homenaje a sus hijas, instalado de manera permanente y ha calificado de "milagro" el hallazgo del cadáver de Olivia, que se realizó el 10 de junio de 2021, precisamente el día de su onomástica.
El hallazgo del cuerpo de Olivia permitió cerrar prácticamente un caso que conmocionó a toda la sociedad española y puso el foco sobre la gravedad del fenómeno de la violencia vicaria, aquella que ejercida sobre una hija o hijo para hacer daño a la pareja.
Reflejar la "inocencia infantil"
El autor de la escultura, Julio Nieto, ha explicado que este trabajo ha sido "duro" y que se ha dedicado a él plenamente durante los últimos seis meses. Además, ha indicado que su intención se ha centrado en reflejar la "mirada alegre" de Anna Olivia y la "inocencia infantil".
El autor ha agradecido a Zimmermann la "gran lección" que ha dado a todo el mundo por su "entereza" y su "forma de afrontar algo tan fuerte" como el crimen de sus dos niñas presuntamente asesinadas a manos de su padre.
El acto ha estado amenizado por el coro de voces blancas de Santa Cruz de Tenerife, que ha interpretado el 'Aleluyah' de Leonard Cohen y 'Cuídame', de Pedro Guerra. El público ha aplaudido a la madre de las pequeñas y se ha dirigido a la furgoneta que la llevó hasta la avenida marítima de Santa Cruz con el bebé que ha tenido con su actual pareja.
Reconstrucción
La reconstrucción policial del caso indica que los hechos ocurrieron durante la misma jornada. La desaparición del padre y las hijas, así como el asesinato y suicidio de Tomás Gimeno, derivaron en un mes y medio de desesperación, con una búsqueda incesante por localizar a las menores.
El padre debía entregar a las pequeñas el 27 de abril de 2021 tras pasar la tarde con ellas, tal y como constaba en el régimen de visitas que había acordado con su expareja. Sin embargo, afirmó por teléfono que estaba cenando con las pequeñas, cuando realmente terminó arrebatándoles la vida para arrojarlas al mar y desapareció sin rastro.
La tesis de una de las juezas que instruyó la causa señala que el objetivo del padre era causarle a Beatriz Zimmermann "el mayor dolor", con el objetivo de dejarle de por vida con la incertidumbre sobre "la suerte o destino" que habían sufrido las pequeñas.
