Iñaki Urdangarin ha salido de la prisión de Brieva (Ávila) por primera vez desde su ingreso del pasado 18 de junio de 2018, tras ser procesado por su implicación en la trama Nóos. El juez ha validado su ausencia de prisión durante al menos ocho horas y dos días a la semana para realizar labores de voluntariado en el Hogar Don Orione de Pozuelo de Alarcón (Madrid).
La salida del exjugador de balonmano ha tenido lugar a las 9 horas del 19 de septiembre. En este mismo horario, volverá a realizar sendas salidas en las próximas semanas, cuando aún no habría alcanzado ni un cuarto de su condena. El lugar donde hará voluntariado es un centro de discapacitados al que Urdangarin acudirá cada martes y jueves. Sin embargo, ya que aún no puede optar a su primer permiso, tendrá que estar de vuelta en la cárcel a primera hora de la tarde.
Urdangarin realizará su voluntariado en una entidad sin ánimo de lucro, dirigida y creada por la congregación religiosa italiana Pequeña Obra de la Divina Providencia. Allí se encuentran 114 personas de forma permanente para ser tratadas por discapacidad intelectual y altos niveles de dependencia. Algunas solo lo hacen cada día y no residen en el centro. Su director, Francisco Sánchez, está encantado con su asistencia: "Hará una labor fenomenal y aportará dos manos, que ya es mucho".
El marido de la infanta Cristina, que inicialmente fue condenado a más de 6 años de prisión, cumplirá finalmente cinco años y 10 meses tras recurrir a la sentencia del tribunal que lo condenó, que finalmente le liberó de algunos cargos y redujo su sentencia inicial de la Audiencia de Palma. Sin embargo, el incautado intentó librarse de la ejecución de su pena en noviembre de 2018, aunque en marzo de 2019, el Constitucional lo rechazó por considerarlo instrascendente en la aplicación del artículo 50.1 b) de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional. Por tanto, Iñaki Urdangarin seguirá cumpliendo condena hasta 2022, tras ser acusado y condenado por delitos de prevaricación continuada y malversación, tráfico de influencias, fraude a la Administración y dos delitos fiscales.
Él mismo pagará su traslado a Pozuelo
Como bien apuntan las últimas informaciones, el cuñado de Felipe VI tendrá que hacerse cargo del transporte entre la cárcel donde se encuentra y la localidad madrileña donde realizará el voluntariado. Las fuerzas de seguridad no lo acompañarán y tendrá libertad de movimiento porque confían en él. De hecho, tanto es así que hasta podrá utilizar un teléfono móvil una vez que sea libre, e incluso podrá reencontrarse con sus familiares en la ONG. Según fuentes del Ministerio del Interior, nadie puede intervenir en esta cuestión porque "es hasta ilegal". "No tenemos competencias una vez un preso sale de prisión. Todo se basa en el principio de confianza", señalan desde Instituciones Penitenciarias. Eso sí, se moverá escoltado, una medida con la que Interior contribuirá a la causa, bajo razones de estricta seguridad.
El auto del juez que consiente la ausencia en Brieva del marido de una de las hermanas del rey asume el "perfil de baja peligrosidad social" que actualmente ostenta y contempla que no existe riesgo alguno de "quebrantamiento de condena", ya que su participación en la institución es necesaria "para su tratamiento y reinserción social". De este modo, Vigilancia Penitenciaria hace caso a las peticiones de sus más allegados, que andaban preocupados por lo delgado y desmejorado que se había quedado en los últimos meses. A pesar de que hace deporte, lee y escribe, teniendo activa su mente, Urdangarín tiene mucho tiempo para pensar y es víctima de un aislamiento permanente que ha mantenido en vilo a Cristina de Borbón y Grecia.
Según avanzó Los Replicantes, la infanta Cristina habría pedido ayuda psicológica a un terapeuta para poder sobrellevar la permanencia en prisión de su marido. Desde que el padre de sus tres hijos entrara en la cárcel, la royal no lo ha estado pasando del todo bien y es que incluso ha sufrido ataques de ansiedad a la salida de la prisión, tras visitarlo una vez por semana. A Urdangarin, se le permiten llamadas diarias, una visita semanal y un vis a vis mensual. Su familia lo apoya y según han demostrado las fotografías de la prensa, también lo han ido a visitar en numerosas ocasiones. A la hija de don Juan Carlos tampoco le faltan apoyos y es que pese a que sus padres fueron los primeros en rechazar al encarcelado tras su implicación en Nóos, no han dado de lado a su hija en la intimidad.