El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Valladolid ha estimado parcialmente el recurso de Iñaki Urdangarin. Así, aunque se mantiene el segundo grado el marido de la infanta Cristina podrá salir de la cárcel de Brieva (Ávila) dos fines de semana al mes, aunque no podrá desplazarse a Ginebra (Suiza), donde vive su familia.
Esta decisión, sin embargo, aún no es efectiva al no ser firme, gegún el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL). Si el Ministerio Fiscal la recurriera al entender que se trata de un tercer grado encubierto, sería la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca, el órgamo sentenciador del caso Noós, el encargado de resolverlo.
La aplicación de aspectos propios del tercer grado a Iñaki Urdangarin, que se encuentra en segundo grado, como son las dos salidas de fin de semana al mes, se justifica "en la excepcionalidad de la situación de aislamiento impuesta y la imposibilidad de implementar un programa especial de tratamiento que no pueda ejecutarse de otra forma". En el fallo, incide en que en veinte meses de cumplimiento de la pena, la Administración no ha realizado ninguna medida de socialización del penado.
En el auto, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Valladolid rechaza la otra petición de Urdangarin para poder desplazarse en alguna de sus salidas de fin de semana, y de forma excepcional, a Ginebra, donde residen su mujer, la infanta Cristina, y sus hijos, debido al "principio de territorialidad de la Ley Penal".
Se mantienen las salidas para hacer voluntariado
Además de abandonar la cárcel dos fines de semana al mes, siempre en territorio nacional, el juez ha mantenido las salidas de prisión tres días a la semana para que Urdangarin realice labores de voluntario en el Hogar Don Orione de Pozuelo de Alarcón (Madrid). Urdangarin salió por primera vez de la cárcel de Brieva el pasado 19 de septiembre con ese fin.
El cuñado del rey Felipe VI lleva desde el 18 de junio de 2018 en la cárcel de Brieva, donde cumple una pena de 5 años y diez meses de prisión por malversación, prevaricación, fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias en el caso Nóos.
