Una pareja residente en Pensilvania ha protagonizado uno de los sucesos más escabrosos del condado. Al parecer, un pariente de estos acudió a comisaría con una cámara que había logrado extraer del domicilio del matrimonio. En el dispositivo se almacenaba un vídeo donde se visionaba a la mujer abusando sexualmente de su perro.
Una vez que la policía comprobó el material aportado por el confidente, logró una orden de registro para el hogar del matrimonio. Según los documentos del Tribunal del condado de Clearfield, las fuerzas de seguridad hallaron cuatro vídeos más, donde se podía ver como la mujer se masturbaba con el animal y le obligaba a mantener relaciones sexuales con ella, intentando que le practicara sexo oral.
Más tarde y con todo el material recopilado, el familiar volvió a comisaría para denunciar que era el marido quien grababa las escenas.
Según informa el diario Metro, sobre Rachel Alexis Harris, de 19 años, pesan cuatro cargos por ejecución obscena, uno por mantener relaciones sexuales con un animal, otro por conspiración y cuatro por crueldad con los animales.
Sobre el marido de esta, Carey D. Harris, de 24 años, caen cuatro cargos por ejecución obscena, y tres cargos por conspiración y crueldad con los animales. Según informa el mismo diario, la audiencia preliminar está vista para el 11 de enero de 2017.
La mermelada de Ricky Martin
Como ha quedado patente con este último caso, la realidad supera la ficción. Sin embargo, hubo momentos en los que pensamos que la ficción se había convertido en realidad. Es el caso de la famosa historia de Ricky Martin y la mermelada. Habrá ya generaciones que no conozcan el caso, pero para los que en 1999 ya estaban un poco creciditos seguro que les resulta familiar.
La leyenda afirmaba que Ricky Martin iba a dar una sorpresa a una fan en el programa 'Sorpresa Sorpresa', protagonizado por Concha Velasco. Según la historia, al salir el cantante del armario de la joven, se encontró a la niña en la cama con mermelada untada por el cuerpo y jugando con su perro.
Pasados diecisiete años aún sigue siendo un misterio de donde salió el relato, lo que si sabemos es que fue tal la magnitud del fenómeno, que la propia presentadora tuvo que salir a desmentir el suceso.