El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón ha ordenado investigar al multimillonario ruso y nuevo dueño de los supermercados DIA, el inversor ruso Mijail Fridman. El magistrado quiere interrogarle a mediados de septiembre por la quiebra del grupo Zed WorldWide, según publica el diario El País.
Fridman tuvo una posición de responsabilidad en aquella compañía española de videojuegos que terminó declarándose como insolvente y comprada a un precio irrisorio para su estructura: 20 millones de euros, muy inferior a la media del mercado. Este caso había sido clave para que el CNI mostrara su preocupación en torno a la OPA de DIA que finalmente se ha materializado.
El fiscal del caso Zed, José Grinda, ya aseguró el pasado lunes 5 de agosto que Fridman había ejecutado lo que, en el argot criminal ruso, se denomina como 'raid': introducir una especie de 'caballo de Troya' que debilite y colapse las sociedades para después aprobar una absorción con precios muy inferiores a la media de mercado. Una operación completamente ilegal y por la que el fiscxal aprecia los delitos de maquinación para alterar el precio de las cosas, administración fraudulenta, insolvencia punible y corrupción en los negocios.
La posición de Fridman en el Grupo Zed forma parte de un largo camino que comienza en el año 2008, cuando la compañía entonces dirigida por Pérez Dolset vive la entrada de capital ruso y experimenta un crecimiento completamente inesperado. La dependencia empezó a ser tan grande, que el 43% de los ingresos del grupo procedían del holding ruso ya en el período situado entre los años 2009 y 2013.
Fue en 2013, cuando Zed inició su expansión hacia Estados Unidos. Para ello, contrajo un préstamo de 140 millones de euros en diciembre de 2013 y, entre los prestamistas, se encontraba un grupo bancario controlado por Fridman desde 2001, que aportó 18,6 millones de euros.
Fue entonces cuando Fridman se convirtió en uno de los principales acreedores y, a la vez, uno de los accionistas y personas con gran capacidad de decisión en el rumbo de la empresa. Con ello, el nivel de control e influencia se tornaban en máximos. Según la Fiscalía, fue entonces cuando empezó toda una estrategia de "presión" y "ahogo económico" hasta el punto de desembocar forzadamente en una "falta total de liquidez".
Una denuncia similar por la compra de DIA
La imputación de Fridman en el Caso Zed se suma a la denuncia presentada por los accionistas minoritarios de DIA, que acusan al inversor de elaborar una estrategia análoga con el objetivo de hacerse con la tercera enseña de supermercados a nivel nacional.
Según los denunciantes, Fridman habría colaborado con Goldman Sachs con el objetivo de bloquear en el Consejo todas las reformas necesarias para que la empresa pudiera superar sus dificultades en la última crisis que estuvo a punto de llevar a la firma a la quiebra total.
"Se ha manipulado el mercado, especulado contra la acción, concertado operaciones y utilizado información privilegiada, entre otras acciones para hacerse con la compañía a un precio irrisorio, pasando por encima no solo de la más elemental ética profesional, sino también de las leyes y la normativa que rigen el correcto funcionamiento del mercado", señala la Asociación de Perjudicados en DIA.
En ese escrito se señalan acciones específicas como "suministrar información negatica para manipular el mercado y provocar su caída en bolsa" o "generar todo tipo de conflictos en el consejo de DIA y su operativa, así como actuar de forma coordinada con Goldman Sachs para fomentar las operaciones masivas de ventas en corto, que generan habitualmente caídas de los precios de la acción".