Diego G., conocido como 'el orejas', ha sido imputado por un presunto delito de homicidio por acuchillar en su vivienda de Segorbe (Castellón) a un supuesto ladrón, que murió a causa de las heridas. El joven de 28 años, que se encontraba en el hospital por haber recibido una paliza con barras de hierro de los asaltantes (según su testimonio) se encuentra ahora en libertad provisional.
Así lo ha expuesto el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV): "La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Segorbe ha decretado hoy, de conformidad con el criterio del Ministerio Fiscal, la libertad provisional con medidas cautelares para el detenido en esta localidad, en relación a la muerte de otro hombre que, presuntamente, había asaltado su vivienda", desarrolló el TSJCV.
"Las medidas cautelares impuestas al investigado, que la juez considera suficientes para garantizar que no se sustraerá a la acción de la Justicia, son comparecencias quincenales en el juzgado, retención del pasaporte y prohibición de salida del territorio nacional salvo autorización judicial", agregó el Tribunal. "La causa está abierta inicialmente, y sin perjuicio de ulterior calificación, por un delito de homicidio", concluyó el escrito.
El ahora investigado se encontraba tranquilamente con su pareja en su casa de Segorbe (Castellón) cuando ambos, presuntamente, sufrieron un asalto y ataque. Según relataron ellos mismos a la Guardia Civil, fueron dos personas armadas con barras de hierro. A él le propinaron una paliza. Diego G. habría cogido un cuchillo de cocina, con el que hirió de muerte a uno de los individuos. Falleció en los alrededores de la vivienda sobre las 23.00 de la noche. En un primer momento, en el pueblo circuló la información de que Diego había muerto.
Poca gente entiende por qué los ladrones intentaron asaltar esa casa, que contaba con alarmas de seguridad y varios animales de protección. Los vecinos subrayan que en la zona existe el convencimiento de que se trata de una vivienda en la que se trafica con droga o, al menos, con marihuana. La posibilidad que hubiera dinero proveniente del tráfico ilegal habría sido decisiva para los asaltantes, a pesar de la enorme dificultad de robar en un domicilio habitado y muy protegido.
Reanimación sin éxito
El Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) recibió el aviso del asalto pocos minutos después que ocurriera. Hasta el lugar envió una unidad de ambulancia SAMUR, otra de Soporte Vital Básico y un médico de Atención Primaria.
Los servicios médicos intentaron reanimar al hombre, aunque no tuvieron éxito. También asistieron a las dos personas restantes: Diego, de 28 años, que fue trasladado al Hospital de Sagunto (Valencia) por importantes fracturas y contusiones. Y por otro lado atendieron a la mujer, de 29 años, por contusiones y hematomas. En su caso no fue necesario su ingreso en el hospital de Sagunto.
La Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil y el Laboratorio de Criminalística están investigando con el objetivo de aclarar las circunstancias en las que se produjeron los hechos. El suceso ha generado además un intenso debate sobre la posible responsabilidad penal del dueño de la vivienda. Si se confirman el relato de los habitantes del inmueble y ambos fueron atacados con violencia en su propio domicilio, los mismos podrían alegar que obraron en su legítima defensa.