La revista satírica El Jueves que se publica cada miércoles se encuentra continuamente envuelta en una polémica. Sus portadas suelen encender los ánimos entre sus detractores y ser aplaudidas por los lectores más fieles a su línea editorial, ideológica y, sobre todo, humorística. Sea como fuere, a nadie deja indiferente.
Tanto puede llegar a enfadar a la Casa Real, como a jueces, políticos, empresarios... de toda índole. Hace unos años, mostraban a los actuales reyes de España cuando todavía eran príncipes teniendo sexo con el siguiente texto con motivo del cheque bebé de Zapatero: "¿Te das cuenta? Si te quedas preñada... ¡Esto va a ser lo más parecido a trabajar que he hecho en mi vida!". Otra, referida a la Infanta Cristina anunciaba que iría a la cárcel, "pero solo al vis a vis" mientras practicaba sexo con Urdangarín.
Tras las cargas policiales durante el 1-O, la revista volvía a tirar de humor para denunciar los hechos ocurridos en Cataluña durante dicha jornada. En esa ocasión, aparecía Rajoy aporreando a una anciana independentista mientras le pedía que no se fuera de España. Sin embargo, otro artículo relacionado con el conflicto catalán sentará a su director, Guillermo Martínez-Vela, ante los tribunales para declarar el próximo 8 de noviembre por un presunto delito de injurias, en unos días convulsos y de especial sensibilidad en los juzgados españoles con respecto al enfrentamiento existente.
La Policía Nacional, indignada
El artículo que ha puesto en pie de guerra a la Policía Nacional se titula "La continua presencia de antidisturbios acaba con las reservas de cocaína en Cataluña". Fue publicado el pasado 5 de octubre por El Jueves y ya entonces tuvo una dura respuesta en Twitter por parte de la cuenta oficial de los agentes.
Tuit de la publicación de 'El Jueves':
La continua presencia de antidisturbios acaba con las reservas de cocaína en Cataluña https://t.co/YEP6WokDzU
— El Jueves (@eljueves) 5 de octubre de 2017
En ese entonces los cuerpos de seguridad aseguraban defender la libertad de expresión al mismo tiempo que le decía a la revista que se había "pasado de la raya" y pedían respeto:
Apoyamos y defendemos la libertad de expresión, ¿pero no creéis que os habéis pasado de la "raya"?#RESPETOhttps://t.co/pFrt01fsUH
— Policía Nacional (@policia) 5 de octubre de 2017
En la citada publicación de El Jueves, se aseguraba -en tono satírico- que los antidisturbios habían acabado "con toda la cocacína de Cataluña" tras impedir las votaciones "a porrazo limpio". La publicación continuaba con unas declaraciones falsas, -por supuesto- de un agente de la Policía en la que pedían unos gramos "para pasar el rato". "Esto no se calma y habrá que salir a repartir en breve", afirmaba el policía en esta publicación satírica. Asimismo, mencionaba a un grupo de independentistas organizado con el objetivo de rastrear toda la cocaína y el speed de Cataluña para consumirla y "evitar que llegue a manos de la policía".
Este artículo, que bien podría rozar un tono desagradable para algunos o podría tratarse de simple humor para otros, provocó que los sindicatos de la Policía presentaran una denuncia por un presunto delito de injurias tras estas insinuaciones en tono humorístico. Después de anunciarla el pasado 11 de octubre y, finalmente, presentarla, un juzgado de instrucción 20 de Barcelona la ha admitido a trámite y ha abierto diligencias contra Martínez-Vela, director de 'El Jueves'.
Con esta denuncia, se abre una vez más el debate de la delgada línea existente entre la libertad de expresión y las posibles ofensas que se pueden cometer bajo el paraguas de este derecho reconocido en la Constitución española, es decir, el honor de la persona. Una vez más, serán los jueces los encargados de dirimir un conflicto que afecta a dos derechos que podrían colisionar entre sí.
La Policía Nacional acudió a Cataluña junto a la Guardia Civil desde diferentes puntos de la geografía española para impedir la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre. Tras el 1-O, permanecieron en la comunidad debido a los acontecimientos sucedidos con posterioridad y a la continua tensión existente en las calles. En los primeros días del desembarco, saltaba la polémica a los medios debido a que tuvieron que hospedarse en varios buques adornados en su exterior con las imágenes de Looney Tunes de Piolín y compañía. Algo que provocó las risas y la proliferación de memes en las redes sociales.