"Maldiga como un soldado, beba el vino frío y termínese siempre la comida". Con este subtítulo, el resto del texto promete. Y no decepciona. Chris Haslam, quien asegura haber pasado una temporada en España, ayuda a sus compatriotas británicos con tres columnas llenas de consejos para que se puedan integrar al 100% en la sociedad española. El problema: que hay más tópicos que palabras.
El artículo, publicado en el dominical de The Times, se ha vuelto viral tras la publicación de una española en Twitter. Lo primero que vemos es, cómo no, la imagen de un torero. En 2018. 'Cómo ser español', reza su titular. A partir de ahí, comienzan los estereotipos.
@dromomaniac@thesundaytimes Have you ever been in Spain? Honestly... I don't think so!!So ignorant, so arrogant.... If you really think, that Spain and The Spanish, are like your article... You're not welcome. #MondayMotivation#felizlunesatitambienignorantepic.twitter.com/h1H3nenPnQ
— Pilar Pinedo (@PilarPinedoMur) 22 de enero de 2018
"Aprender el lenguaje es solo el primer paso para convertirte en español. Conseguir un bronceado y conocer las tapas son los pasos dos y tres", señala Haslam al principio de la noticia. Algún tópico ya hay suelto, pero es un comienzo discreto. Va, sin embargo, cogiendo carrerilla hasta que llega al primer gran bloque del texto, el de los modales.
Si pensábamos que España había logrado quitarse de encima una imagen internacional que no iba más allá de 'siesta, fiesta e Iniesta', estábamos muy equivocados.
Insultar, tirar la comida al suelo o dar demasiado las gracias, una constante española
Chris Haslam, con unos pocos aires de superioridad, expresa: "Lo primero, olvida las nociones anglosajonas de educación, discreción y decoro. Ser español incluye llegar a un bar, dar besos y abrazos a personas desconocidas, gritar 'oiga' al camarero y tirar todo lo que puedas comer y beber al suelo. Excepto los vasos, eso es demasiado".
El periodista parece sorprendido por nuestra buena costumbre de no arrojar los vasos al suelo, pues lo repite en varias ocasiones a lo largo de la noticia. También le impresiona la cantidad de veces que decimos 'gracias' o 'por favor', algo que considera "muy innecesario".
Parece, no obstante, que lo más le asombra sea esa capacidad española de combinar en nuestra vida diaria la extrema corrección en algunos aspectos con el abusivo empleo de insultos en otros. Haslam pone el ejemplo en una profesora que no dejó de utilizar palabrotas delante de sus alumnos de camino al colegio. Señora, ahora es usted famosa en Inglaterra.
Seguimos: toca hablar del buen tiempo, la puntualidad y el trabajo
Al hablar de educación se acabó la cortesía. Haslam se descamisa y echa el resto en su siguiente bloque. Precisamente, de quitarse prendas de ropa (de forma obligada) va la cosa. El periodista británico aconseja a las mujeres llevar un abanico, pero no como souvenir, sino como herramienta fundamental para intentar combatir el calor. Más allá del clasismo que impera en la frase de la mujer y el abanico, se ve que Haslam no suele visitar Soria o Burgos en enero.
Segundo punto: la impuntualidad. Es aquí donde el cronista de The Times realiza un retrato robot de la sociedad española, y de su "total desdén por la puntualidad". "Llegar a cualquier sitio 30 minutos tarde está considerado entre pronto y poco descortés". Nada que reprochar aquí.
Ya no hay quien pare a Haslam. Entra en terreno peligroso al analizar con sorna nuestros horarios de trabajo: "Deja lo que estés haciendo a las 11 de la mañana y acude a por una cerveza y un sándwich. Eso debería mantenerte ocupado hasta las 2 de la tarde más o menos, cuando irás a por tu menú del día con tres platos, que te llevará dos o tres horas. Entonces, échate un sueño". Por fin ha entrado el factor siesta en la ecuación, ya era hora.
"Los países que han sufrido hambruna son graciosos" con la comida
Lo del menú del día nos señala el camino hacia el último tema, el gastronómico. El redactor vuelve a hablar de las tapas, y se centra ahora en la cena. Recuerda a sus compatriotas que aquí se cena a las 10 de la noche, y aconseja no empezar ya con los cocktails, puesto que en España se toman después de cenar.
La traca final. Chris Haslam comenta la costumbre de los españoles de comer todo lo que hay en el plato: "Asegúrate de que comes todo lo que te ponen. Los países con hambruna son graciosos en cuanto a eso".
Humor británico en su máximo esplendor, no hay duda. Es el momento de cerrar el artículo por todo lo alto, no sin antes dejar unas últimas advertencias: "No te pases con las propinas, sé ambiguo con los toros y llévate siempre tu móvil al baño". Olé por ti, Chris.