A día de hoy, la sociedad en la que vivimos se encuentra en una constante búsqueda de respuestas a todo tipo de dudas y cuestiones, especialmente personales. Sí, no nos engañemos, vivimos en una sociedad demasiado "cotilla" en la que muchas veces el morbo abunda, por ello son muchas las preguntas que esos fans (y también los que no lo son) se hacen sobre cantantes, actores o presentadores de televisión. Ellos quieren saberlo absolutamente todo.
Entre ellas, entre esa montaña de cuestiones hay una que suele ser habitual: ¿Cuál es la condición sexual de una determinada persona? Es lo que muchos se preguntan cuando ven a un actor o a un presentador aparecer en la pequeña pantalla, suele ser un tema recurrente en infinidad de conversacines y no son pocos los artículos que se realizan en medios de comunicación sobre ello. Pero, ¿es necesario saberlo? ¿Hay necesidad de ello o es puro morbo? Puede que la respuesta a esta simple duda nos haga replantearnos la necesidad o no de conocer la orientación sexual de famosos.
Para algunos sí es importante
Para muchos sí es necesario que un rostro conocido y querido por el gran público salga del armario y declare públicamente su homosexualidad, o bisexualidad lo es. Imaginemos a ese chico, residente en un pequeño de cualquier punto de España. A ese chico que nunca ha podido mostrarse natural, que siempre ha temido mostrar sus sentimientos en público para evitar represalias, ese chico del que se ríen cuando tiene "pluma". Imaginemos que su ídolo declara que es gay, lo grita a los cuatro vientos y demuestra que, efectivamente señores, ser gay es normal. No es ni mejor ni peor que ser heterosexual, es lo mismo simplemente. Para ese niño, que su ídolo se haya mostrado públicamente tal y como es, puede ser vital, ese refuerzo puede que sea necesario en su vida, y precisamente, de eso tratan estas líneas, de la importancia que tiene que alguien como él salga del armario.
Obviamente nos encontramos ante una cuestión plenamente personal y es que cada uno de nosostros tiene unas libertades individuales totalmente respetables pero a veces es necesario salirse de la raya. Es vital reivindicar lo que uno es, especialmente si con ese gesto ayudas a infinidad de personas, normalizando lo que tú mismo vives, porque sí, quizás esos rostros conocidos también hubiesen necesidado ese apoyo público cuando eran jóvenes y pudieron ser rechazados por su entorno. Señores, es totalmente necesaria esa visibilización.
La importancia de contarlo públicamente
Si eres cantante, arrasas en las listas de ventas y ocupas infinidad de minutos de televisión a diario, posiblemente tu experiencia, la visibilidad que aportas al tema y la buena imagen que transmites puede ser vital para ayudar a muchos como tú, simplemente contando lo que eres. Para que, con tu ejemplo, seas cómplice de muchas personas anónimas que a día de hoy sufren por enamorarse de una persona de su mismo sexo. Quizás sus entornos necesitan verte a ti para saber que no es tan extraño lo que están viviendo en casa. En dar ejemplo y normalizar se resume todo.
Falta romper esa barrera y que rostros conocidos que hasta ahora han decidido dar la callada por respuesa por fin se muestren tal y como son. Por ellos mismos pero también por el papel público que tienen en nuestra sociedad. Si el miedo se perdiese, si la lucha por ser uno mismo creciese y si la visibilidad fuese lo habitual, posiblemente muchos de ellos se unirían para dejar claro que sí, somos iguales, queramos a quién queramos. Y no, no hablo de ser más o menos valiente, hablo de la necesidad personal y colectiva de visibilizar lo que uno es, lo que somos.
¿Por qué no se hace entonces?
Parece sencillo, parece muy fácil reivindicar lo que uno es sin problemas, pero no lo es. Por ejemplo, en el terreno musical, la industria todavía necesita mucho tiempo para avanzar, sus responsables necesitan darse cuenta que es mucho menos dramático que un artista salga del armario de lo que ellos creen. A día de hoy, para un cantante que trabaja en una multinacional le resulta absolutamente imposible "salir del armario". Es un secreto a voces que existen contratos que impiden que se pueda hablar de la orientación sexual de una forma clara. Miedo a perder fans, a que los contratos publicitarios se esfumen y que los estadios no se llenen. Se decide dar la callada por respuesta y los artistas acaban limitándolo todo a su intimidad más personal.
Más de lo mismo en el terreno deportivo, especialmente el fútbol. ¿Por qué hay tan pocos futbolistas gays? Claro que los hay, pero no visibilizan su condición sexual. Los contratos publicitarios son vitales en sus carreras profesionales y que un futbolista sea públicamente homosexual podría dejarles, literalmente, "fuera de juego". Es un mundo fuertemente machista y por ello, la visibilidad en ese mundo suele ser nula. Las consecuencias en el campo con los aficionados y en el mundo publicitario puede que sean negativas, por ello todos optan por callar y aparentar una vida diferente.
¿Miedo a los fans?
Pero más allá de los contratos que puedan perderse, hay también un miedo a los fans. ¿Habría insultos en el terreno de juego si un futbolista se declara homosexual? ¿Perdería un artista a todo tu público femenino si se declara públicamente gay? ¿Un presentador dejaría de presentar formatos en algunas cadenas si "sale del armario"? Son preguntas que muchos se hacen y el problema es que para evitar consecuencias negativas, se decide dar un paso atrás y callar.
Sí, señores, es muy triste, pero así es nuestra sociedad. Esa que muchos creen que es abierta y tolerante con todos, todavía no lo es, restan muchos años para avanzar, para dar visibilidad a todo y normalizar lo que ya debería serlo. Son muchos los famosos que deciden callar, vivir su vida en la más estricta intimidad, evitando así estas posibles consecuencias. Y no porque quieran hacerlo así, algunos lo hacen por miedo a perderlo todo, a dejar de tener todo lo que han construido por confesar que sí, aman a alguien de su mismo sexo, sea hombre o mujer.
La visibilidad de alguno, fundamental para todos
Afortunadamente, a lo largo de los últimos años sí hemos encontrado ejemplos de visibilidad LGBT+ en la industria cinematográfica, televisiva y musical de nuestro país e internacional. Es imposible no hablar por ejemplo de 'OT 2017'. El beso entre Marina y su novio transexual, la intepretación de "Manos vacías" de Raoul y Agoney, el beso de ambos "por el amor, la libertad y la visibilidad", las canciones grupales "A quién le importa" y "La revolución sexual" o las clases de Los Javis son claros ejemplos. Se ha podido hablar del colectivo LGTBI y se ha luchado por defender el amor libre sin problemas en una televisión pública, sin consecuencias ni problemas. Sí, señores, 'OT' ha normalizado lo que es normal.
Lo han hecho ellos también, Javier Ambrossi y Javier Calvo, quienes no han dudado en dar visibilidad a su relación, a lo que sienten y al amor libres en entrevistas, encuentros con sus seguidores, en sus redes sociales y hasta en entregas de premios. También lo han hecho cantantes como Ricky Martin, actores como Neil Patrick Harris, Jodie Foster o Fernando Tejero, directores de cine como Alejandro Amenábar y presentadores de televisión como Jesús Vázquez, Jorge Javier Vázquez o Sandra Barneda. Ellos han hablado abiertamente de lo que sienten, de cómo son, han dado visibilidad a su condición sexual y lo han hecho sin tapujos, sin problema alguno. Y no, no son mejores que los que se callan, de los que deciden no contarlo, pero sí son un ejemplo de la importancia que tiene para todos que se hable abiertamente.
¿Y entonces, qué?
Tenemos claro dónde está problema, pero entonces, ¿qué podemos hacer a partir de ahora? Está claro que "la pelota" está sobre el tejado de las personas que sí pueden hacer algo por cambiarlo todo, las personas que pueden darle visibilidad a lo que son, esas personas que deberían entender que posiblemente hablar de su orientación sexual públicamente y luchar por poder amar frente a todos a quién quieran puede cambiar el mundo, y mucho.
Ojalá vivamos el momento en que todo esté normalizado, ojalá cualquier futbolista, cantante, actor o presentador de televisión pueda hablar públicamente de cómo ama a alguien de su mismo sexo, ojalá la carrera de cualquiera no pueda verse perjudicada por confesar públicamente su homosexualidad. Ojalá todo sea normal de verdad, ojalá la sociedad tan moderna de la que muchos presumen ahora lo sea de verdad. Ojalá la industria apoye a sus artistas sin miedo al que dirán ni les diferencia por lo que sienten. Simplemente, ojalá podamos amar a quién quieramos, ojalá lo puedan hacer los rostros famosos, ojalá amar no suponga un problema para nadie.
