Cuando el Brexit salió adelante, los ataques xenófobos aumentaron en un 150% en cuestión de semanas. Como la campaña pro-Brexit se había basado ampliamente en ideas racistas, muchos xenófobos que antes permanecían en silencio se sintieron legitimados para llevar a cabo actos que antes creían que estaban mal vistos: atacar a personas por el simple hecho de que tenían un color de piel diferente.
Cuando una mujer llamada Allison vio lo que pasaba después del Brexit, se le ocurrió una idea para que la gente que se pudiera sentir amenazada supieran que no estaban solos: animó a las personas en contra de la xenofobia a que llevaran un imperdible en un lugar visible de la ropa: en la solapa de la chaqueta, enganchado en el bolso, en el puño de la camisa... De esta forma, las personas que sintieran miedo sabrían que un imperdible enganchado en la ropa de un desconocido significaba que esta persona les apoyaba.
Ahora que se ha elegido a Trump como próximo presidente de EEUU, mucha gente tine miedo de que este fenómeno se replique y, en efecto, ha sucedido: cientos de personas han denunciado ataques racistas, misóginos y homófobos desde el día siguiente a que Trump saliera elegido.
Por tanto, no parece descabellado reutilizar la idea del imperdible en EEUU. Si bien nunca pensábamos que en pleno siglo XXI tendríamos que adoptar un símbolo de anti-violencia, a la luz de los últimos acontecimientos esto parece incluso necesario. Visto lo visto, muchas personas sienten que no pueden confiar en los desconocidos, y a veces es difícil saber a quién se puede pedir ayuda en caso de sentirse amenazado.
Se está animando a personas en redes sociales a que empleen el imperdible, para demostrar que la tolerancia todavía tiene las de ganar incluso en un país que acaba de elegir a Trump como su próximo presidente.
