La trama que rodea al caso Lezo todavía sigue acaparando los titulares de todos los medios de comunicación de España. En unas grabaciones realizadas en 2008 e incautadas por la Guardia Civil, un empresario admitió haber pagado comisiones a los extesoreros del PP Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas a cambio de concesiones de obras públicas.
Ignacio González, expresidente de la Comunidad de Madrid, explicó durante una llamada telefónica -intervenida en el marco de las investigaciones de la 'Operación Lezo'- que los implicados en estas grabaciones habían intentado chantajear a Rajoy. Pero el exmandatario no solo hablaba abiertamente sobre los casos de corrupción que afectaban al PP, sino que también aprovechaba para despotricar sin ningún tipo de filtro contra Mariano Rajoy y la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre.
En una conversación mantenida con el exministro de Aznar y expresidente de la Comunidad Valenciana, Eduardo Zaplana, González y su interlocutor ridiculizaban a la popular y la acusaban de utilizar a la gente que la rodeaba como si fuera "su servicio". Asimismo, la daban por "muerta" políticamente hablando y aseguraban que "solo trae problemas" y que "es una hija de puta".
Esperanza Aguirre solo quería tener servicio
En esta charla incautada por la Guardia Civil y que no había sido transcrita por no considerarse relevante para las investigaciones, González expulsa todo el rencor que siente hacia la que fuera su "madrina" política en la Comunidad y la que le nombró a dedo como su sucesor natural para ponerse al frente del Gobierno regional.
"Esperanza es una hija de puta", afirmaba González, mientras Zaplana le contestaba que había perdido la cabeza hace tiempo y que "lo único que trae es problemas". Asimismo, el expresidente valenciano afirma que Aguirre "va largando por ahí" y que ese era el motivo fundamental por el que hacía tiempo que no se relacionaba con ella.
El expresidente madrileño al que le acaban de incautar 4,6 millones ocultos en Colombia fruto de sus actividades ilícitas, se despachaba a gusto durante su coloquio con Zaplana. "Somos el servicio, con mejor o peor trato, pero somos el puto servicio. Y les da por culo si te va bien o mal", aseguraba en referencia al trato que daba Aguirre a todo su entorno.
González acusaba a la expresidenta de menospreciar a todo el mundo con malas maneras y le llegó a decir a su interlocutor que el dinero que le pagó una empresa de cazatalentos de Barcelona tras abandonar la primera línea de la política -unos 200.000 euros- le venía bien pero, en realidad, le daba igual porque a ella lo único que le interesaba, según relata, es tener a personas que la lleven y la traigan; que le hagan sus recados y a los que poder gritar y echar la bronca cuando le apeteciera.
En cuanto al servicio, detallaron cómo Aguirre disponía de "tres secretarias" que le iban a comprar "las medias y los regalos de los nietos". Asimismo, González asegura que tenía un chófer día y noche y que disponía de varias personas, unas "40" para chillarles y lanzarles un rapapolvo de vez en cuando.
El futuro político de Esperanza Aguirre
Sobre la continuidad de la expresidenta madrileña tras haber dimitido de su cargo en 2012, González le confirmó a Zaplana durante su conversación que ella quería seguir. "Pero es acojonante, seguir mal", responde sorprendido al otro lado del teléfono. El recién excarcelado tras el pago de una fianza de 400.000 euros creía que Aguirre ya estaba muerta y amortizada políticamente, algo que él mismo se encargó de decirle y que ella, según afirma, admitió.
Tanto González como Zaplana creen que Mariano Rajoy jugó bien sus cartas al ponerla como candidata para la alcaldía de la ciudad de Madrid. Zaplana aseguró durante la conversación que el objetivo principal del presidente del Gobierno español era apartar a González. "Lo que quería era follarte a ti. Mariano es listo, más listo que ella y sabe que quitándote a ti del medio se acaba ella". El expresidente madrileño y presunto corrupto dio veracidad a la teoría de Zaplana.
La conversación incautada refleja el rechazo que causaba Aguirre entre su propio círculo. La expresidenta madrileña nombró a González como su sucesor tras su dimisión. Este mantuvo el Gobierno de la Comunidad de Madrid desde 2012 hasta junio de 2015 tras el nombramiento de Cristina Cifuentes y su posterior victoria en las elecciones autonómicas de dicho año.
Desde entonces, el expresidente se encuentra siendo investigado por presuntas actividades delictivas y está acusado de malversación de fondos públicos y blanqueo de capitales, entre otros delitos. Este procesamiento le ha costado prisión durante meses hasta que el juez le concedió la libertad tras el pago de la fianza y la imposición de medidas cautelares: le ha prohibido salir de España, le ha retirado el pasaporte y le ha obligado a presentarse semanalmente en el juzgado más cercano.