El Arzobispado de Madrid tiene planes de gran envergadura para la parcela de Valdebebas que el Ayuntamiento de Madrid, encabezado por Almeida, tiene previsto cederle sin costo durante los próximos 75 años. Este proyecto va más allá de la construcción de un simple templo religioso.
Los terrenos son tan vastos que podrían albergar incluso la Catedral de la Almudena, pero la Iglesia no tiene la intención de limitarse a un espacio de culto. En su propuesta, se contempla la construcción de varios sótanos, dos torres y múltiples instalaciones que trascienden lo religioso.
La iniciativa fue presentada por la Iglesia a principios de marzo, cuando los técnicos municipales revisaron su propuesta de construcción para la parcela. Esta fue la única propuesta que llegó a las dependencias municipales, ya que el concurso parecía estar diseñado específicamente para que el Arzobispado se hiciera con la parcela que había solicitado al consistorio un año antes. En el sobre presentado por la Iglesia se detallaba un extenso listado de construcciones adicionales al templo originalmente solicitado.
El proyecto
El proyecto del Arzobispado contempla la construcción de un templo con dos sótanos, al que se adjuntarían varias torres de hasta cinco alturas, también con dos sótanos cada una. Bajo el templo se propone la construcción de un auditorio de doble altura, camerinos, área de backstage y hasta una cafetería. Además, se incluyen áreas de aseo, recepción y almacén. En el segundo sótano se planea ubicar despachos, mientras que en la primera planta, sobre el templo, se prevén varias salas de usos múltiples.
En las torres, se propone destinar el primer sótano a varios aparcamientos, y el resto de las plantas estarían destinadas a instalaciones para actividades formativas, con aulas, salas de usos múltiples, un claustro, aseos e incluso una cocina.
Sin embargo, lo más controvertido para el Ayuntamiento ha sido la propuesta de incluir una "escuela infantil pública". Aunque la mayoría de los espacios propuestos no fueron objetados por los funcionarios municipales, llamó la atención sobre la cafetería y la escuela infantil.
La mesa de licitación recordó que, según la normativa, al tratarse de una cesión gratuita, las actividades propuestas no pueden generar beneficios económicos para el concesionario ni condiciones que anulen esa gratuidad. Este punto ha generado un intenso debate y podría influir en el futuro de este ambicioso proyecto del Arzobispado de Madrid en Valdebebas.
Tres requerimientos y una renuncia
El Ayuntamiento solicitó al Arzobispado explicaciones sobre la escuela infantil y le dio un plazo de tres días para responder. Una semana después, consideraron satisfactorias las explicaciones sobre la cafetería, pero criticaron que la Iglesia no había respondido a sus preguntas sobre el centro educativo y otorgaron un segundo plazo de tres días para obtener una nueva respuesta.
Sin embargo, las explicaciones continuaron sin convencer a la mesa de licitación. El 18 de marzo, se vieron obligados a recordar al Arzobispado que la concesión se otorgaba para la construcción de un centro de culto y otros servicios vinculados a la actividad pastoral, excluyendo la escuela infantil. Se otorgó un tercer plazo de tres días para una última respuesta.
Finalmente, una semana después y durante la Semana Santa, el Arzobispado renunció a la propuesta de la escuela infantil. La decisión se formalizó en un acta fechada el 26 de marzo. Estos son los últimos documentos municipales relacionados con la licitación que han sido publicados.
Los terrenos que se entregarán a la Iglesia tienen una extensión de 6.083,12 metros cuadrados y una edificabilidad de 8.516,36 m2. La altura máxima de las construcciones puede ser de hasta 15 metros, aunque los pliegos de la licitación no especifican la cantidad de sótanos permitidos. El valor de la parcela es de 4.691.428,67 euros, según los datos municipales.
Inicialmente, los terrenos iban a albergar un centro cultural del Ayuntamiento, como parte del plan de equipamientos Madrid Capital 21. Sin embargo, tres semanas después de la petición de la Iglesia, el consistorio anunció que el centro cultural cambiaría de ubicación a una parcela más pequeña.
Al presentarse al concurso, el Arzobispado tuvo que firmar un documento asegurando que sus actividades no generarían beneficio económico, conforme al artículo 93.4 de la Ley del Patrimonio de las Administraciones Públicas, ya que la parcela se obtendría de forma gratuita.
