Hungría ha sacado adelante la reforma constitucional que prohíbe la adopción por parte de parejas del mismo sexo. La modificación legal ha sido aprobada con 143 votos a favor de los diputados de Fidesz, el partido ultraconservador y ultranacionalista del primer ministro, Viktor Orbán, que cuenta con una amplísima mayoría parlamentaria de dos tercios; 45 votos en contra; y 5 abstenciones.
La enmienda consagra en la Constitución que "la madre es una mujer, el padre es un hombre", frase que supone el veto definitivo a la adopción de niños por parejas homosexuales y transexuales en Hungría. Además, se establece que los niños deben identificarse con el género de nacimiento, negando por tanto la identidad de los menores transexuales.
La Constitución impulsada por Orbán y en vigor desde el 2011 ya define el matrimonio como la unión de una mujer y un hombre. Por tanto, los homosexuales en Hungría no pueden casarse, pero hasta ahora las personas solteras podían adoptar, vía por la que gays y lesbianas podían acceder a la adopción, haciendo la solicitud solo un miembro de la pareja.
La ministra de Familia, Katalin Novák, también del partido Fidesz, conservadora y gran defensora del modelo tradicional de familia, tendrá ahora la potestad de decidir sobre solicitudes de adopción presentadas por personas solteras, por lo que, a efectos prácticos, las personas homosexuales tendrán imposible formar una familia.
Los cambios recientes fueron impulsados por la ministra de Justicia, Judit Varga, quien, temerosa de lo que puedan traer las "nuevas ideas del mundo occidental", decidió realizar las modificaciones para no poner "en peligro el derecho de los niños a un desarrollo sano".
En su Constitución, Hungría establece a "la familia y la nación como el marco principal de la convivencia", y se define a la familia como "la base para la supervivencia de la nación". Así, la Carta Magna estableció, de la mano de József Szájer, eurodiputado del Fidesz que tuvo que dimitir tras ser pillado en una orgía junto a 25 hombres, que el matrimonio solo es la unión entre hombre y mujer.
La Unión Europea mira hacia otro lado
Mientras la Unión Europea mantiene silencio hasta esta vulneración de derechos humanos, colectivos LGTBI denuncia la difícil situación que atraviesan en Hungría con un constante recorte a sus derechos. "Esta nueva legislación discriminatoria, homófoba y tránsfoba, que se ha aprobado a toda prisa con el pretexto de la pandemia de coronavirus sólo es el último ataque de las autoridades húngaras contra la población LGBTI", ha denunciado David Vig, director de Amnistía Internacional en Hungría.
