Con motivo del Orgullo de Budapest en 2019, Coca-Cola decidió crear una campaña publicitaria en la que apareciesen dos personas del mismo sexo disfrutando de esta bebida. Un gesto con el que la compañía quería mostrar su apoyo a la comunidad LGTBI con el lema: 'Cero azúcar, cero prejuicios'.
Sin embargo el revuelo fue mayúsculo y, desde el Gobierno Húngaro del ultraderechista Viktor Orbán (que comparte bancada con VOX en el Parlamento Europeo), decidieron multar a la empresa de bebidas gaseosas por violar la Ley de Publicidad. Además desde la oficina local de protección al consumidor del país pedían que "cesara esta publicidad por ser perjudicial para el desarrollo físico, mental, emocional y moral de los niños y menores".
El parlamentario húngaro Boldog Istvan trató en agosto de boicotear a la marca, alentando a los ciudadanos a no comprar sus bebidas. Además, el grupo anti-LGTBI CitizenGo (vinculado a Hazte Oír) lanzó una petición para eliminar estos anuncios en la que llegó a contar con 42.000: "Hay publicidad homosexual en las calles de la ciudad, en lugares donde los niños pueden verla. Estos anuncios ya son comunes en Europa occidental. En nuestro país todavía podemos detenerlos" afirmaba este grupo LGTBIfobo, tratando así de boicotear la campaña publicitaria. Un mensaje en el que mostraban el gran miedo que tienen a la visibilización del colectivo LGTBI, ya que afirmaban que "si la sociedad húngara aceptaba eso habrían carteles, anuncios, películas y productos arcoiris".
Coca-Cola defiende su orgullo LGTBI
Es por esto que Coca-Cola ha sido multada con 500.000 florines húngaros, que corresponderían a unos 1.500 euros. La compañía ha defendido que estos anuncios representan la igualdad de las personas a través de un comunicado oficial: "Creemos que todos somos iguales, independientemente de la nacionalidad, religión, género, edad, origen étnico, idioma, pasatiempos o puntos de vista. Creemos que tanto los heterosexuales, como los homosexuales tienen derecho a amar a las personas que aman".
La empresa destaca que, además, se reafirma y no se arrepiente de lo sucedido: "En nuestra campaña publicitaria, subrayamos los principios que representamos, como nuestra creencia en la igualdad de las personas. Creemos en un mundo basado en estos valores, donde todos son libres de vivir felices".