La lista de países que competirán en Eurovisión 2020 ya es una realidad. Tras semanas de elucubraciones sobre algunas bajas y confirmaciones de cada una de las delegaciones, los peores augurios se han confirmado con las bajas de las delegaciones montenegrina y húngara. Estas dos marchas, junto a las vueltas de Bulgaria y Ucrania tras un año de ausencia, hacen que el festival de Países Bajos cuente finalmente con 41 países en liza, exactamente el mismo número que vimos el año pasado en Tel Aviv.
Esta relación de países nos volverán a dejar unas semifinales impares donde, presumiblemente la primera de ellas, la del martes 12 de mayo, contará con 18 países, frente a una segunda semifinal de 17. El martes 18 de enero tendrá lugar el sorteo de ambas semifinales, donde ya conoceremos a ciencia cierta el reparto de las mismas, así como ver qué países quedan involucrados y en cuál de ellas podrá votar España.
Bulgaria y Ucrania, las llegadas
Muchos expertos indican que un año de parón para reflexionar en el terreno eurovisivo no es mala idea. Quizás es lo que pensó Bulgaria. La BG, televisión pública búlgara, sorprendió el año pasado indicando que por motivos económicos su participación en Tel Aviv se hacía un imposible. Después de haber conseguido grandes resultados en años anteriores con nombres como los de Kristian Kostov, segundo en Kiev 2017, o Poli Genova, cuarta en 2016, que una televisión con tan buen recorrido reciente dijera adiós era algo cuanto menos extraño.
Lo bueno es que la marcha ha sido más bien corta, volviendo los búlgaros con mucha fuerza y con rumores que apuntan a que cuenta con un fuerte patrocinador detrás para este año en Rotterdam. Sin ir más lejos, este próximo 25 de noviembre la delegación búlgara anunciará su artista para el regreso.
Por parte ucraniana, el desarrollo de los acontecimientos el año pasado no hablaron del todo bien de la delegación. Teniendo celebrada y finalizada su preselección, el Vidbir, el hecho de que Maruv, ganadora del mismo, hubiera tenido conciertos en Rusia, hizo que la delegación se retirara, anteponiendo sus problemas bélicos por encima del concurso musical. De cara a 2020, se intuye que la televisión pública optará por el mismo método de preselección, suponemos que afinando más la selección de artistas para evitar otro escándalo que vaya más allá de la música.
Montenegro y Hungría, las despedidas
Si entran dos delegaciones de nuevo en el festival, otras dos dicen adiós de cara a Rotterdam. Empezando por Hungría, la marcha de los magiares supone una pérdida de peso de cara al festival. Los húngaros, siempre valientes en sus selecciones, y con un método de preselección asentado como es el A Dal, dicen adiós al certamen de Holanda debido a la progresiva pérdida de audiencia, así como al fiasco que supuso no llegar a la final el año pasado tras nueve ediciones habiéndolo conseguido.
La vuelta de Joci Papái no funcionó en Tel Aviv, y manteniendo A Dal en emisión pero sin vinculación al festival, algo nos dice que la idea de la Duna, televisión pública húngara, es la de respirar un año y mirar hacia 2021 con más fuerza.
En cuanto al caso montenegrino, lo cierto es que nos encontramos a una de las televisiones públicas europeas más humildes, suponiendo un gran esfuerzo acudir al festival con garantías.
Siendo la tercera marcha de la delegación tras las de 2010 y 2011, desde la RTCG se ha alegado que se ha hecho todo lo posible, pero los problemas para poner en marcha el Montevizija, su método de preselección, han sido suficientes para darse cuenta que el objetivo eurovisivo era una quimera. Los montenegrinos, que anunciaron su sí allá por septiembre, han tenido que dar marcha atrás.
De esta manera, ya con eslogan, fechas y países confirmados, solo queda por conocer la identidad visual del festival, así como fechas para poder adquirir los primeros paquetes de entradas, hechos que se precipitarán a bien seguro antes de navidad.