Se suele decir que quien no arriesga no gana. Si habláramos de Eurovisión, no es que esto sea una verdad absoluta, pero sí es verdad que salirte un poco de lo común puede llegar a ser una garantía de éxito de cara a jurados y televoto. Algo así debe saber muy bien Hungría, un país que lleva dos años apostando fuertemente por dar un giro de 360 grados a sus candidaturas buscando destacar precisamente por eso de lo que hablamos, por ser diferentes.
Si bien el año pasado el vencedor de 'A Dal' (célebre preselección húngara) terminó siendo Joci Papai, un cantante gitano que llevó a Kiev 'Origo', una apuesta con toques árabes y una mescolanza de estilos que le valió para acabar en una honrosa octava posición, este año parece quela audiencia ha vuelto a liarse la manta a la cabeza, y han elegido como representante a una banda de heavy metal cantando en húngaro. Como suena.
En una delegación, la húngara, que lleva apareciendo por el festival desde 1993 con altibajos pero casi siempre entrando en la final (solo en tres ocasiones no actuaron el sábado), para esta ocasión cuentan con AWS, una joven banda de heavy metal que interpretarán en Lisboa 'Viszlát nyár' (Adiós verano). La apuesta, que no contó con todo el apoyo durante el concurso, no puede ser más decidida, y seguro que contará con el favor de la comunidad rockera por toda Europa para colarse en una nueva final.
El público decidió
La elección de AWS para acudir a Lisboa fue toda una sorpresa. En un método, el de 'A Dal', por el cual se eligen los finalistas con un 80% para el jurado y solo un 20% del público,resultó curioso ver como AWS se colaba solo cuarto en la votación, entrando en la 'superfinal'de milagro. Visto el fallo del jurado, se esperaba que alguno de los dos grandes favoritos, bien YesYes o Gergely Daniélfy se llevaran el billete a Lisboa, pero la audiencia pensaba radicalmente opuesto al jurado.
Siendo un público atrevido, el televidente húngaro volvía a hacer la del año pasado con Papái Joci, y tenía claro que en la diferenciación estaba el triunfo. Si Hungría había conseguido un octavo puesto el año anterior era precisamente por no sumarse al carro del pop en inglés o de las baladas escandinavas. En ese tren intermedio se atrevían con el heavy metal, un estilo que apenas se ha visto en el festival.
Los antecedentes hablan de final
Con el recuerdo claro de la victoria de los fineses Lordi en 2006 con su 'Hard Rock Hallelujah', no se recuerdan muchos más ejemplos para compararlos con AWS. Salvando, quizá, la segunda posición de Turquía en 2010 con maNga y 'We Could Be The Same', o la apuesta de Finlandia en 2008 con Terabestoni, donde luego del éxito en 2006 buscaron más heavy acabando vigésimo segundos, lo único claro es que todos acabaron en la final.
¿Cómo puede reaccionar Europa? La expectativa debe ser buena.De momento, salvando quizá a Albania y a Eugent Bushpepa, nadie se ha asomado de momento a la guitarra eléctrica y la batería para el festival, y esto debe beneficiar directamente al grupo húngaro. Junto a ello, si algo siempre ha caracterizado a estas apuestas de rock duro en el festival ha sido la puesta en escena.
Con un buen ejemplo en O.Torvald, los anfitriones el año pasado, los que apostaron por una puesta en escena cargada y de mucho led (con todo acabaron antepenúltimos), creemos que AWS debe ir directamente hacia hacer relucir la banda, apostar por un buen combo de luces y una realización lo más rompedora posible. En su contra, el hecho de que la música en Eurovisión vaya pregrabada. Con todo lo que podría ganar la actuación en directo, solo podremos quedarnos con la voz.
Pese a todos estos datos que llaman al optimismo, de momento las apuestas de pago no introducen en la final a los húngaros. En la actualidad, AWS ocupa el 36º lugar en el compendio de apuestas, las que si bien no suelen ser exactas, sí son un buen termómetro para ver qué tal están siendo vistas las canciones por el viejo continente. Pese a este frío dato, seguro que esta joven banda va a ser una de las que crezca a la hora de los ensayos, que en definitiva es donde empieza a decidirse todo.
Con un estilo radicalmente opuesto a lo visto en el festival, lo que sí es seguro es que tener una apuesta heavy en el festival es una gran noticia. En un festival que se vende como ejemplo de diversidad de estilos, lenguas y países, tiene que haber de todo, y por ello Hungría ha acertado de lleno. ¿Tendrá una final como premio?