Hungría ha culminado su ataque contra las personas transexuales e intersexuales, que dejarán de ser reconocidas legalmente en el país. El Parlamento húngaro, dominado por la extrema derecha, ha aprobado por 133 votos a favor y 59 en contra la ley que prohíbe que las personas trans puedan modificar legalmente el sexo que les fue asignado al nacer.
El viceprimer ministro húngaro, Zsolt Semjén, presentó a principios de abril este proyecto de ley que incluye una modificación de la normativa correspondiente al registro civil, para impedir modificaciones en los datos registrales por razón de identidad de género.
En la sección 33 de dicho proyecto de ley que finalmente ha salido adelante se apueba una modificación de las leyes del registro civil para anular la posibilidad de cambiar el género en los archivos registrales. En el texto se puede leer que "es necesario definir el concepto de género al nacer" y que "dado que no es posible cambiar completamente el género biológico, es necesario indicar en la legislación que tampoco es posible cambiarlo en el registro".
Reemplazando la característica cambiante de "sexo" por una inmutable, "sexo asignado al nacer", en la práctica Hungría ha hecho que el reconocimiento legal de género, el proceso por el cual las personas trans e intersexuales puedan alinear sus documentos con su identidad de género, sea imposible.
Ha sido posible sacara delante esta norma tránsfoba ya que el Gobierno de Hungría ha aprovechado la crisis sanitaria del coronavirus para adoptar poderes extraordinarios de manera ilimitada. El Parlamento aprobó una ley que prolonga el estado de alarma de manera indefinida para luchar contra el COVID-19. El Gobierno del ultraderechista Viktor Orbán la ha sacado adelante con su mayoría de dos tercios, lo cual permitirá al Ejecutivo utilizar poderes extraordinarios y gobernar por decreto sin establecer un límite temporal y sin ningún control, tampoco parlamentario.
La Unión Europea mira hacia otro lado
Siendo este uno de los mayores ataques contra los derechos de las personas LGTBI en el seno de la Unión Euopea, resulta llamativo cómo esta mira hacia otro lado. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se mostró preocupada por la respuesta húngara a la crisis del coronavirus. El Parlamento Europeo, por su parte, incluyó en una resolución en la que demandaba una acción coordinada de la Unión Europea para luchar contra la pandemia de COVID-19 y sus consecuencias, un punto en el que rechazaba los "ataques a los derechos de las personas transgénero e intersexuales en Hungría". Únicamente declaraciones mientras los derechos de las personas trans son recortados.
Katrin Hugendubel, Directora de Defensa de ILGA-Europa, ha explicado lo que supone este retroceso en Hungría: "El reconocimiento legal de género es la piedra angular del acceso a la igualdad y la no discriminación para las personas trans e intersexuales. Sin ella, estas poblaciones están sujetas a un estigma, discriminación, acoso y violencia inmensos cada vez que usan sus documentos de identidad, ya sea en el banco, cuando van al médico, cuando solicitan un trabajo o incluso cuando solicitan un contrato de móvil".
"Estamos consternados por esta decisión de revertir los derechos establecidos", ha lamentado Masen Davis, Director Ejecutivo Interino de Transgender Europe. "Los húngaros trans e intersexuales, como todas las personas en Hungría, deben tener sus derechos humanos igualmente protegidos y sin discriminación".
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha afirmado de manera consistente y clara que el reconocimiento legal de género se enmarca dentro del derecho a la vida privada y familiar en el marco legal europeo, específicamente protegido por el Artículo 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos. La jurisprudencia del TEDH indica que la característica personal del "sexo" es una que debería ser posible cambiarla para proteger los derechos de las personas trans e intersexuales a la vida privada y familiar, a la salud y al reconocimiento ante la ley.