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Política

El hundimiento de VOX y la relación con la derecha conservadora tras los resultados del 23J

La formación de Santiago Abascal ha sufrido un notable retroceso y no podrá presentar recursos ni mociones de censura.

El hundimiento de VOX y la relación con la derecha conservadora tras los resultados del 23J

El debate en el espectro de la derecha conservadora europea sobre cómo desarrollar una relación con las formaciones de extrema derecha se ha mantenido durante los últimos años, puesto que en muchas ocasiones sus escaños pueden ser determinantes a la hora de alcanzar una mayoría de gobierno.

Los partidos del ámbito de la ultraderecha han ido extendiéndose por el Viejo Continente durante la última década. El 'cordón sanitario' parecía ser la nota dominante durante los primeros años, con el trato hacia el Frente Nacional durante las últimas cuatro décadas (uno de los países donde ha tenido más relevancia este término) como máximo exponente, pero esta política se ha ido abandonando.

El giro se ha podido apreciar en países como Finlandia, donde Riikka Pura, líder del Partido de los Finlandeses, ostenta actualmente el Ministerio de Hacienda, aunque ya se había visto previamente en países como Austria, donde Sebastian Kurz ostentó un gobierno de coalición con la extrema derecha. Y más destacable aún es Italia, donde Giorgia Meloni ha alcanzado la presidencia aupada por Forza Italia, homólogo del PP en nuestro país.

En España, las últimas elecciones han provocado un hundimiento de las perspectivas electorales de VOX, lejos de las formaciones en el Viejo Continente, ni siquiera se trata exactamente de una excepción ibérica (Chega, la formación hermana en Portugal, creció significativamente en los últimos comicios, aunque con una representación muy inferior a la española, tan solo del 1,29% al 7% en 2022).

La formación de Santiago Abascal ha sufrido una notable merma de representación en las últimas elecciones, con una caída del 15,1% hasta el 12,4%. Sin embargo, los efectos de la Ley D'Hondt provocaron una notable caída en escaños, por lo que su partido pierde representación, desde 52 hasta 33 escaños. Esto se une a una notable capacidad de influencia en la vida política, desde no poder realizar mociones de censura hasta recursos.

VOX en España

Los debates en la derecha europea son amplios en cuanto a la relación con la extrema derecha. El Partido Popular parecía haber abierto en cierta medida esa cuestión con la ya nombrada presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, cuando se negó a negociar con la formación de Santiago Abascal, incluso planteando una posible repetición electoral, pero finalmente el contexto se impuso y accedió a incorporar a un consejero del partido en su Ejecutivo.

¿Qué relación mantendrá el PP con VOX a partir de ahora? El debate está abierto, lo cierto es que los últimos comicios han mostrado que la formación de extrema derecha sirve como un elemento que activa el voto de las formaciones progresistas y, además, elimina la posibilidad de negociar una investidura con los tradicionales socios, los nacionalistas conservadores, como PNV, la antigua CiU o incluso dificulta con Coalición Canaria. Todo lo ocurrido parece reforzar la tesis del 'cordón sanitario' o, al menos, la distancia frente a la ultraderecha.

El debate que los candidatos que el PP calificó como "perdedores" en RTVE mostró que el discurso de VOX se aleja de otras formaciones del ramo en Europa. La formación de Santiago Abascal tiene enemigos internos, ya que polariza en cuestiones territoriales, LGTBI o feminismos, algo que activa mucho voto interior que, en otros casos, no se movilizaría por cuestiones que no considera que no le competen.

Por el contrario, el máximo exponente de Le Pen y otros partidos del ramo en Europa, cuenta con un discurso que se centra en los "burócratas de Bruselas" y otras cuestiones; y además es obrerista, algo a lo que VOX le costaría llegar por su marcado componente liberal en lo económico.

La formación de Santiago Abascal tiene un serio problema de crecimiento y la derecha europea no tiene clara la posición a adoptar en su relación con estas formaciones, especialmente cuando el riesgo de verse absorbidos o superados en apoyos se puede convertir en una clara realidad.

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