Los Franco se oponen completamente a que se saquen los restos del dictador del Valle de los Caídos, del mismo modo que los franquistas se manifestaron por ello. No obstante, si esto finalmente se hiciera, la familia ha pedido que el entierro se realice con honores militares.
Los nietos del gallego se amparan en un decreto de 2010 que establece que los militares han de interpretar el "himno nacional completo, con arma presentada, una descarga de fusilería y la salva de cañonazos que corresponda". El citado decreto dispone que estos honores han de hacerse en entierros de los miembros de la familia real, el presidente del Gobierno, el ministro y el jefe del Estado Mayor de Defensa, el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, de la Armada y del Ejército del Aire y a oficiales generales.
El traslado de los restos de Franco del Valle de los Caídos se realiza con la idea de que no disponga de un lugar privilegiado, y además rodeado de miles de víctimas de la Guerra Civil que él mismo suscitó en 1936. Por ello, el Gobierno no pretendía realizar honores militares, ya que supone una contradicción con el motivo con el que se le quiere exhumar, pero sí se comprometió a trasladarlo "con respeto y dignidad". Además, Franco ya recibió ciertos "honores militares" el 23 de noviembre de 1975 en su entierro, al ser trasladado en un camión militar desde el Arco del Triunfo de la Moncloa hasta el mausoleo. Posteriormente, los ahora reyes eméritos, don Juan Carlos y doña Sofía, realizaron una misa en la plaza de Oriente y acto seguido los militares desfilaron ante el ataúd.
Un polémico caso como éste se dio en noviembre de 2016 con el general golpista José Sanjurjo, cuyos restos fueron exhumados del monumento a los caídos de Pamplona para su traslado al Panteón del Regimiento de Regulares de Melilla. Sanjurjo fue acompañado del presidente de la ciudad autónoma, Juan José Imbroda, militante del PP, y el comandante general de Melilla, Fernando Gutiérrez, además de una pequeña comitiva de militares. Aunque la Comandancia General de Melilla explicó mediante un comunicado que "no hubo honores militares, no formó ninguna unidad ni piquete", los restos del exgeneral fueron trasladados en un helicóptero del Ejército de Tierra desde la base de Colmenar Viejo (Madrid) hasta Melilla.
Polémica con el futuro lugar de descanso de Franco
La familia Franco presentó el pasado 13 de septiembre un escrito ante el Ministerio de Justicia para pedir que los restos del exdictador descansaran en la cripta que tienen en la catedral de La Almudena, junto a las cenizas de su hija, Carmen Franco, que ya se encuentran allí. La intención de los nietos del general es que Carmen Polo, la que fue esposa de Franco, que está enterrada en el cementerio del Pardo, también fuera trasladada a La Almudena.
El Ejecutivo ve un problema en el nuevo emplazamiento solicitado para los restos de Franco, pues la catedral de La Almudena se encuentra en una zona muy turística del centro de Madrid, y lo que se quiere evitar es que el lugar de descanso del dictador sea una zona de peregrinación de franquistas.