Eduardo Lorenzo Martínez, secretario y tesorero de la asociación de empresarios de Sada (A Coruña), ha entrado con mucha fuerza para convertirse en el próximo gay en salir del armario.
Con la siguiente afirmación, "Una cosa es el homosexual discreto y respetable y otra muy distinta el maricón ostentoso", Lorenzo cierra un artículo completamente homófobo y fuera de sentido en una publicación que pretende dar cobertura a los empresarios gallegos. El título, de hecho, no deja lugar a dudas: "La homosexualidad es pecado".
El texto continúa con toda una serie de descalificativos: "el fenómeno de la homosexualidad ha pasado de estar perseguido [...] a ser un fenómeno poco menos que intocable y equiparable en derechos a un modelo de familia tradicional".
Lorenzo se queja de que la llegada del PP al poder en el año 2011 no supusiese "un cambio de tendencia legislativa en el trato hacia este fenómeno". Tal cual. Eduardo Lorenzo nos recuerda a aquella escritora italiana que defendía que la homofobia es "un derecho humano".
Sin embargo, Lorenzo apunta a la causa que ha permitido que los derechos de los gays sean respetados, cuando suponemos que lo más adecuado sería darles unos cuantos latigazos (tal y como se desprende de sus comentarios): "Probablemente, las presiones del lobby gay, así como el miedo a la pérdia de apoyos electorales [...] explican esta posición que algunos calificarían de cobardía y traición". ¿Traición? ¿A quién?
A pesar de todo, el secretario de la patronal tampoco duda en ser algo más laxo con los gays. Pero sin pasarse... "en la homosexualidad existen consentimientos otorgados con plena validez por quienes participan en tales actos, por lo que la situaría éticamente en un plano más elevado que el bestialismo o la pedofilia". Pero... "sí que estaría a la par del incesto o la poligamia".
Así, Eduardo Lorenzo concluye que tiene "derecho a hablar de estas cuestiones", porque "tenemos un desfile anual por un conocido barrio madrileño, pululando lo grotesco, lo carnavalesco, con engendros andróginos y estrógenos con patas -las locas de toda la vida-". Por todo ello, considera que "una cosa es el homosexual discreto y respetable y otra muy distinta el maricón ostentoso".
Peor que el artículo, han sido las reacciones de apoyo a Eduardo Lorenzo. Por ejemplo, la del presidente de la asociación empresarial, Bernardo Valiño, que ha afirmado que el artículo es "valiente y correcto" y que el término no se puede considerar ofensivo porque "maricón aparece en el diccionario", a pesar de que la RAE destaca que se trata de un término peyorativo y un insulto.