Las conductas homosexuales se han documentado en más de 1.500 especies animales. Mamíferos, pájaros, peces, reptiles, anfibios, insectos o arácnidos. Además, hay científicos que consideran que representa una ventaja adaptativa.
Una nueva investigación desarrollada por un equipo de investigadores españoles y publicada en la revista científica Nature Communications ha revisado la literatura científica sobre la homosexualidad entre mamíferos. Sus resultados muestran que, entre las más de 4.300 especies de la clase Mammalia, en 261, el 4% se han documentado conductas homosexuales.
Entre el abanico registrado se encuentra la cópula con una pareja estable del mismo sexo, el contacto genital o el simple cortejo. Además, se ha comprobado que no existen grandes diferencias entre géneros. En los machos registra en 199 especies y en las hembras en 163.
Además, se ha comprobado que es más habitual la homosexualidad en los carnívoros, ungulados o marsupiales, como los canguros, los ualabíes, roedores y los primates. Este último grupo, entre los que se encuentran los humanos, incluye 51 especies donde la homosexualidad es relativamente habitual.
Lazos sociales y adaptabilidad
Los investigadores han examinado dos hipótesis sobre la pervivencia de la homosexualidad animal. Por un lado, si cumple alguna función social, y por otro lado, su relación con la agresión entre adultos, conocido como adulticidio. En este caso, detectaron la asociación del comportamiento sexual entre individuos del mismo sexo y el mantenimiento de los lazos sociales.
En este sentido, exponen ejemplos como el de los macacos rhesus de Puerto Rico y afirman que mantienen más relaciones sexuales entre ellos que con las hembras y que lo hacen para reforzar sus coaliciones.
Los investigadores también han confirmado, pero parcialmente, la otra hipótesis planteada, en este caso, la correlación entre adulticidio y homosexualidad. En este caso, la limitan a las especies donde la agresividad en el mismo sexo es habitual como en los grupos jerárquicos, como papiones o babuinos. Además, también destaca las bonobas, que también refuerzan sus lazos mediante las relaciones sexuales.