El parricidio de Elche ha conmocionado en España por la crudeza de sus actos y la frialdad con la que se ha mostrado durante los interrogatorios. Santiago, el menor de 15 años que se ha confesado autor, asegura que mató por la espalda a su madre porque le había castigado sin wifi ni videojuegos: "He matado al papá, a la mamá y a mi hermano" y "he discutido por las notas" fueron sus confesiones el día de su detención.
Posteriormente, acabó con la vida de su hermano, esperó dos horas a su padre para perpetrar otro asesinato y pasó tres días con sus cuerpos en casa mientras jugaba a videojuegos. Todo terminó cuando su tía se acercó preocupada porque solo podía hablar por WhatsApp con su hermana (en realidad era el acusado) y Santiago les enseñó las fotografías que había realizado a los cadáveres de sus padres.
El crimen ha sorprendido por sus características, especialmente por la edad del autor confeso, tan solo 15 años. Un menor de edad que comete un triple asesinato de estas características no es habitual, pero tampoco es la primera vez que ocurre algo parecido en la historia reciente de nuestro país. Estos son algunos ejemplos:
1 Parricida de Benijófar
Cyril Jaquet alcanzó la fama en España en 2009, cuando se presentó al reality show de Antena 3 'La vuelta al mundo en directo'. "Nació en Suiza pero con cinco años vino a vivir a España. En la actualidad trabaja como auxiliar de vuelo, se considera un nómada y ha probado suerte en multitud de empleos. Es muy puntual y tiene muchas discusiones con su novia por ese motivo. Odia perder", fue la descripción que se ofreció en el programa.
Pero la productora no conocía su pasado y el debate sobre la reinserción se abrió. El 1 de agosto de 1994, cuando tenía 15 años, asesinó a sangre fría a sus padres en un chalé situado a las afueras de Benijófar (Alicante). Primero, disparó contra su madre y después esperó cuatro horas hasta que llegase su padre, al que disparó en una docena de ocasiones.
Participó en los entierros y ocultó su autoría, pero llamó la atención de los investigadores que no mostrase ningún tipo de dolor durante el funeral, que sonriera y que incluso hiciera bromas con sus compañeros de clase. Diez días después confesó.
2 Asesino de la catana
"Me llamo José Rabadán Pardo. Maté a mis padres y a mi hermana cuando tenía 16 años. He sido juzgado, condenado y rehabilitado. De las dos primeras hay constancia, pero de la tercera... ¿quién sabe?". Así se presentaba en 2017 José Rabadán en el documental 'Yo fui un asesino' emitido por la cadena DMAX, en el que recogían cómo era su actual vida.
El 31 de marzo del año 2000 cuando Rabadán, entonces de 16 años, se fue a la cama con un objetivo: ejecutar un sangriento plan para quedarse solo en el mundo. Al día siguiente, se levantó, empuño la catada que guardaba en su habitación e irrumpió en la de sus padres.
Mató a su madre mientras dormía y, luego, a su padre, mientras él intentaba defenderse. Cuando terminó, acudió hacia la habitación de su hermana, que padecía síndrome de Down y continuó con sus planes. Posteriormente se cambió de ropa y viajó a Barcelona, donde iba a reunirse con una joven que había conocido en internet. Tres días después fue detenido.
Al haber cometido los hechos siendo menor de edad, tan solo pasó ocho años recluido en un centro de menores. Salió en libertad el 1 de enero de 2008, a los 24 años de edad, tras pasar seis encerrado y otros dos en libertad vigilada.
La sentencia reabrió el debate sobre la ley del menor, pero los jueces únicamente se ciñeron a la legislación vigente. Tras el centro de menores, se trasladó a Cantabria y la sede evangelista de la asociación Nueva Vida le aceptó en su casa de acogida para vivir los dos años que le quedaban de libertad vigilada.
3 Crimen del tarot
En mayo del año 2000, dos jóvenes, Iria y Raquel acabaron con la vida de su compañera de clase, Klara García, en San Fernando (Cádiz). Fue un crimen premeditado con el que, aseguraban, buscaban recrear un cuento satánico.
Según las investigaciones, Klara se había apartado relativamente de sus amigas tras apreciar actitudes que no le gustaban. La cabecilla era Iria. En el diario de la asesina aparecieron pruebas de su afición a los cuentos satánicos. Además, había escrito cartas pidiendo amistad a José Rabadán, el asesino de la Catana, mientras estaba en la cárcel.
El crimen fue perpetrado con ensañamiento. La aplicación de la ley del menor entró en debate. En 2019, Iria fue localizada en Oxford, donde ejercía como profesora de apoyo en un colegio, algo que generó una fuerte polémica.
4 Narima, Miriam y Esther
Narima, de 17 años, fue condenada a tres de internamiento y otros dos de libertad vigilada; mientras que Miriam y Esther, de 16, a dos de reclusión y otros dos de libertad vigilada por degollar a un repartidor de bocadillos en la barriada de Juan Carlos I.
La víctima falleció cuando conducía en moto y se topó con un cable de ducha que las niñas habían colocado de lado a lado de una carretera. Las investigaciones policiales señalan que una de las menores había colocado el cable en venganza contra el novio de una de ellas, que recientemente había roto su relación sentimental.
Las acusadas pensaron entonces que iba a pasar el novio con su moto, pero lo hizo el repartidor que murió pocos minutos después por las heridas provocadas en el cuello.
5 Asesinato de Sandra Palo
Un crimen que conmocionó a toda España. Sandra Palo, de 22 años, desapareció el 17 de mayo de 2003 cuando sus padres creían que regresaba tras tomar algo con unos amigos de su taller ocupacional, ya que tenía un leve grado de discapacidad psíquica por un accidente de coche que había sufrido 10 años antes.
La joven se encontraba en Plaza Elíptica esperando al autobús junto a su amigo cuando se plantó ante ellos un coche con cuatro delincuentes habituales del barrio: El Malaguita, Ramón, Ramoncín y El Rafita. El mayor había asegurado que quería mantener relaciones con ella y los cuatro obligaron a Palo a subir al coche amenazando a ambos con un cuchillo.
Llegaron hasta un descampado con Sandra Palo, donde violaron en repetidas ocasiones a la joven, durante 45 minutos. Después, el único mayor de edad atropelló a la joven en cinco ocasiones y posteriormente le prendieron fuego. La joven murió por las quemaduras infligidas.
El único acusado mayor de edad, El Malaguita, fue condenado a 64 años de prisión, secuestro, violación y asesinato. Los otros menores de edad, por su parte, fueron condenados a ocho años de internamiento y otros cinco de libertad vigilada, con excepción de 'El Rafita', que pasó cuatro de internamiento y tres de libertad vigilada. Este último condenado ha vuelto a delinquir en numerosas ocasiones.
6 Asesinato de Ibon Urrengoetxea
Seis años de internamiento. Esa fue la condena impuesta al menor de 16 años acusado del homicidio del exfutbolista del Amorebieta, Ibon Urrengoetxea, junto con otros tres años de libertad vigilada. El otro acusado no cumplió ninguna pena, porque tenía 13 años en el momento del crimen y era inimputable.
El crimen se produjo el 23 de diciembre de 2017, cuando la víctima regresaba a casa tras una celebración navideña. Los acusados querían robarle y comenzaron un forcejeo en el que el acusado dio una patada hacia la cabeza que hizo que Iban Urregoetxea cayese e impactara contra el suelo, motivo por el que perdió la vida.
7 Crimen Otxarkoaga
La justicia condenó en octubre de 2018 a seis años de internamiento y tres de libertad vigilada a los jóvenes de 14 años condenados por el homicidio de Lucía y Rafael, una pareja de octogenarios del barrio bilbaíno de Otxarkoaga.
Los dos acusados treparon por la tubería hasta una ventana del segundo piso situado en el número 16 de la calle Zizeruena con intención de robar. Una vez dentro se encontraron al matrimonio. El hombre murió a causa de los golpes que recibió en la cabeza con un objeto contundente y la mujer d una puñalada en el corazón.
Ambos asumieron los hechos en el juicio, pero negaron haber matado a la pareja de ancianos. El tercer acusado, un adolescente de 16 años, al que la Fiscalía pedía diez de internamiento, vecino de las víctimas y acusado de planificar los hechos, finalmente fue exonerado tras negar los hechos.
8 Crimen del olivar
Uno de los casos más crueles que se recuerdan en España. Los hechos ocurrieron el 30 de octubre de 1998, "entre las 21:30 y las 22 horas", según la sentencia. Enrique C. L. y Antonio A.S., ambos entonces de 16 años, convencieron a un niño de 11 años para que los acompañase a coger hilo de cobre de un desguace cercano.
Engañado, ambos condujeron al menor hasta un olivar próximo al polígono de Los Cabales. Allí, lo inmovilizaron para que Enrique lo penetrara. A continuación, trataron de introducirle un objeto y posteriormente fue apuñalado en 25 ocasiones en el cuello, tórax y espalda, además de arrojarle una "piedra de grandes dimensiones" sobre la cabeza que acabó con su vida al instante.
Enrique C. fue considerado autor material del asesinato y Antonio A.S. como cooperador necesario, sin demostrar si participó en el asesinato directamente. Ambos se beneficiaron de la entrada en vigor de la nueva Ley Penal del Menor en 2001, con la revisión de sus sentencias y solo pasaron cinco años en un centro y otros dos en libertad vigilada. Salieron en libertad en enero de 2004.
El principal acusado, Enrique C., culpó siempre de su internamiento a su víctima. Desde entonces, no ha dejado de entrar y salir de los calabozos, con todo tipo de delitos como un atraco a un supermercado en la calle Sedeño de Jaén en el que colocó "una enorme navaja en el costado" de una dependienta, según relataba en diciembre de 2016 uno de los agentes implicados en la investigación al diario El País.